El Casco Viejo de Vitoria es el barrio más afectado por el ocio nocturno y la nueva ordenanza del ruido. Jesús Andrade

Vitoria aún ignora si 500 bares de la ciudad están insonorizados

Los locales, la mayoría en el Casco Viejo, no han remitido un informe pese a la petición del Ayuntamiento. El sector pide un plan de financiación para acometer las cuantiosas obras

Miércoles, 11 de octubre 2023, 10:51

El Ayuntamiento de Vitoria no termina de despejar su gran incógnita sobre cuántos bares de la ciudad están bien insonorizados. Ese 'agujero negro' en el archivo municipal está compuesto por 512 locales hosteleros, la mayoría situados en el Casco Viejo. Se trata de establecimientos que no han llevado obras a cabo en los últimos años y que tampoco han remitido el informe que el Consistorio pidió para conocer el volumen exacto de negocios que necesitan renovar sus locales. Esa información es básica para la entrada en vigor de la nueva ordenanza del ruido, que lleva trece años sobre la mesa. Se redactó en 2010, tuvo un periodo de doce años para que el Ayuntamiento y los locales avanzaran en la insonorización y, tras no realizarse apenas avances, el Consistorio retrasó su implantación dos años más, hasta diciembre de 2024.

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Desde que el gobierno municipal solicitó esta información el pasado año, apenas logró despejar la incógnita sobre un centenar de locales (103 para ser exactos). Hasta el momento, los técnicos han evaluado 79, de los que 12 cumplen el nivel exigido, en 10 se ha solicitado información complementaria y la mayoría, 57, «no cumplen el nivel exigido». En cualquier caso, no puede concluirse que ese medio centenar de locales incumpla de forma directa la ordenanza, ya que habría que analizar los diferentes casos.

La cuestión de fondo, sin embargo, es que la ordenanza del ruido sigue estancada y con un horizonte oscuro. Por un lado, el Ayuntamiento achaca al sector «un debe» a la hora recabar datos sobre su nivel de insonorización. En este sentido, el Consistorio lanzó una línea de ayudas precisamente para realizar los estudios acústicos, que cuestan cerca de 500 euros. El departamento de Medio Ambiente considera que ese paso es esencial para analizar después cualquier tipo de partida presupuestaria adicional para los establecimientos que necesiten importantes intervenciones. Por su lado, el sector y la oposición exigen un «plan de seguimiento y financiación», tal y como recoge en el texto de la ordenanza en 2010. Las reformas para lograr el aislamiento acústico pueden oscilar entre los 50.000 y los 200.000 euros, según fuentes del sector.

Y es que el número de bares que no cumplen con los niveles de insonorización es mucho más elevado que esos 500 de los que no hay datos. Lo más probable, de hecho, es que sea cerca del doble. Hace dos años, cuando el equipo de gobierno retomó la ordenanza, la cifra de locales afectados era de 1.783, de los que el 19% (unos 350) cumplían la normativa. La mitad del total la incumplía (cerca de 900) y en torno a un 30% tenía un vacío de datos. Es en este último porcentaje donde se incluyen ahora los 512 bares.

El departamento de Medio Ambiente que encabeza el concejal Borja Rodríguez (PSE) abrió la puerta este martes para sacar adelante una segunda línea de financiación para realizar estudios acústicos y tratar de obtener información sobre los citados establecimientos, de cara a analizar después posibles nuevas aportaciones. «Esta situación nos debe llevar a una reflexión por parte del Ayuntamiento y de los locales de hostelería. Puede haber un debe por ambas partes. Por la nuestra, puede haber una falta de labor de difusión de la necesidad de esta medida para lograr una respuesta más adecuada por parte de los locales de hostelería», aseguró el edil. Por su lado, la concejala Amancay Villalba (EH Bildu) insistió en la necesidad de llevar a cabo el plan de seguimiento y financiación, ya que sin él, la reconversión «no se podrá llevar a cabo».

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La ordenanza está llamada a mitigar los elevados niveles de ruido que soportan los vecinos del Casco Viejo, en buena medida ligados al ocio nocturno. Sin embargo, las asociaciones vecinales, encabezadas por Gasteiz Txiki, advierten de que el ruido no sólo se produce en el interior de los locales, sino también en el exterior, que es la que más afecta. En este sentido, el Ayuntamiento de Vitoria sacó un programa de ayudas de 500.000 euros para sustituir las ventanas del barrio por otras de mayor aislamiento. De forma reciente ha resuelto la convocatoria, aunque sólo se ha consumido la mitad del presupuesto.

El nuevo plazo para la entrada en vigor de la ordenanza es el 2 de diciembre de 2024. Los establecimientos tienen marcados unos niveles de ruido máximos en función de su tipología (cafetería, bar, restaurante o pub). En caso de incumplir los niveles establecidos, los establecimientos se arriesgan a ver rebajada su licencia (de pub a bar, o a cafetería, por ejemplo) o, en los casos más extremos, llegar a perder el permiso.

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