Un vertedero ilegal frente a la extinta Apaolaza
Asteguieta se siente abandonada. Falta iluminación, el bicicarril está lleno de maleza y cientos de coches atraviesan el pueblo cada día a toda pastilla
A estas alturas de la expansión urbanística, Asteguieta podría ser ya un barrio más de la ciudad, pero qué va. Pese a estar a un ... paso de la fábrica Mercedes, está distanciado. «Un poco abandonado», dice una joven que pasea a su perro, un bichón maltés, por los alrededores del viejo centro comercial. «No hay buena iluminación y mire cómo está ese carril para bicicletas», señala otro vecino del bloque que resultó más afectado por las inundaciones de hace tres años y que, por cierto, apunta «aún no me han pagado nada de los seguros».
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A la poca iluminación y la existencia de un bidegorri comido por la maleza que corroe también el aparcamiento del 'híper' se suma el problema de las basuras. «Llega gente de otros sitios y tira los trastos que le sobran en nuestros contenedores», dice la joven. El máximo exponente de toda esa cierta impunidad que existe tiene forma de vertedero ilegal delante de los pabellones en venta de lo que fue Cerámicas Apaolaza. Bajo una pequeña estructura con techo se amontonan colchones, puertas viejas de casas, retretes rotos, ruedas de coche...
Y suma y sigue. El secretario de la Junta Administrativa de Asteguieta, José Ramón Sánchez, denuncia los problemas de ruido, polución e inseguridad que sufre el pueblo a cuenta de la carretera que da salida a la N-1. Cada día y cada noche, circulan por la zona cientos de camiones y turismos a una velocidad mayor de la permitida al tratarse de una carretera que pasa por zona habitada.
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