Vecinos del centro de Vitoria piden cámaras y más presencia policial en el entorno de las discotecas

«Desde hace tiempo hemos detectado una espiral de vandalismo en nuestras calles y una escalada de inseguridad ciudadana. Queremos que se escuche nuestro diagnóstico y nuestras peticiones», resume Luis Rojo, miembro de Ensanche XIX y presidente de 7 Ordu Lo, una agrupación de afectados por el ocio nocturno que trabaja a nivel de Euskadi. Además de inseguridad, hablan de «contaminación acústica» causada por «gritos insufribles» y cánticos que se prolongan los fines de semana «hasta las seis o las ocho de la mañana».

Para acabar con esta sensación de falta de seguridad, los vecinos han presentado a la edil responsable de Seguridad Ciudadana una batería de propuestas. Entre ellas está la iluminación de entornos de discotecas que están «en penumbra» o la instalación de cámaras. Lo cierto es que Vitoria contará a partir de verano con 17 cámaras que ayudarán a detectar delitos en tiempo real. Se instalarán en las plazas de la Virgen Blanca y España, las rampas del Casco Medieval o la Cuesta de San Francisco y alrededores. Sin embargo, no está previsto colocarlas en las cercanías de discotecas.

Más allá de esta propuesta, los vecinos solicitan una mayor presencia policial en zonas conflictivas. «Nos referimos a que los agentes no estén solo dentro de los vehículos sino que haya una presencia directa en la entrada de las discotecas. Por ejemplo, que se ponga a dos agentes en cada uno de los accesos». Durante el encuentro no obtuvieron ninguna respuesta concreta a sus peticiones. «Coincidimos con el Ayuntamiento en el diagnóstico y eso es positivo. Pero no nos han dado ninguna solución concreta, ahora estamos a la espera de que se vuelvan a poner en contacto con nosotros», trasladan desde Ensanche XIX. Fuentes del Departamento de Seguridad Ciudadana califican la reunión como «una más de las que regularmente mantenemos con las asociaciones vecinales» y añaden que se analizarán estas cuestiones.

Los propios residentes en el centro tienen identificados seis locales que habitualmente generan molestias, aunque los más problemáticos son dos. «Si llamamos para quejarnos del ruido a la policía, más de una vez nos han contestado que no está prohibido cantar en la calle...», lamentan. En este punto, plantean la instalación de sonómetros en las cercanías de esas salas. «Hablamos de colocar estos dispositivos en las calles y que estén conectadas al centro de mando de la Policía Local. Cuando se sobrepasen los decibelios sonaría una alarma. Son unas herramientas que ya funcionan en otras ciudades como Zaragoza», explica Rojo.

Ambas asociaciones quieren dejar claro que el problema no se encuentra en el interior de los locales sino «en la calle». Por eso, tampoco consideran pertinente la propuesta de obligar a los bares de copas y a las discotecas con un aforo menor a 700 personas a contratar seguridad privada y a hacer uso de detectores de metales. «Nosotros no estamos en contra de la hostelería, estamos en contra de que no se respeten nuestros derechos como ciudadanos. Y hasta ahora la inacción del Ayuntamiento ha sido supina», zanjan.