El conflicto de Tuvisa se encona tras otra reunión sin acuerdo

El portavoz del comité de empresa, Asier López de Sabando, no ocultaba su frustración al término del encuentro con el presidente de Tuvisa, el concejal Iñaki Gurtubai (PNV). En declaraciones a los medios de comunicación, López de Sabando aseguró que los sindicatos no recibieron «nada» de la empresa pública. «Acudíamos con la esperanza de conseguir solucionar el conflicto. No ha habido ningún tipo de propuesta», afirmó.

Según el representante de la parte social, sólo se solicitó una «aclaración» sobre los fichajes (tiempos entre la llegada y salida de cocheras y paradas). Los sindicatos volvieron a explicar sus demandas y quejas sobre cómo se computan esos tramos temporales: sostienen que sólo se cuenta la jornada laboral desde que el autobús llega a la primera parada y hasta que abandona la última, sin considerar los desplazamientos entre las cocheras y esas paradas. «Además, les hemos puesto sobre la mesa una posible solución», precisó.

«En el resto de puntos ellos (la dirección de Tuvisa) se han remitido a la propuesta que ya ha sido rechazada por la plantilla en asamblea general», afeó López de Sabando. Pese a todo, el portavoz del comité defendió que «la plantilla trabaja para no llegar al 10 de febrero con una huelga indefinida».

La versión del Ayuntamiento sobre lo sucedido en la reunión vino de la mano del propio Gurtubai. Reconoció sin ambages que «las posturas siguen alejadas», aunque se insiste en la disposición de «negociar y dialogar».

«No compartimos la idea de empeorar el servicio a los ciudadanos para que mejoren las condiciones laborales de los trabajadores», aseveró el edil jeltzale, que incidió en al menos dos ocasiones más en el distanciamiento con la plantilla. Aunque no se precisó fecha, empresa y trabajadores prevén mantener un nuevo encuentro en breve para intentar desbloquear la situación.

Una negociación a contrarreloj porque el margen para el acuerdo se comprime cada vez más. Apenas nueve días quedan para evitar que se repita la imagen de esperas interminables en las paradas de la red de urbanos de la ciudad -sólo con unos servicios mínimos del 30%- y el tranvía como única opción segura para los desplazamientos por la ciudad. Nueve días para una huelga total.