El turismo en Álava prevé redondear en agosto «un verano de récord»
Con el 63,5% de las habitaciones reservadas, los hosteleros calculan llegar hasta el 90%
Ante la escultura vegetal de la Virgen Blanca hay que hacer cola en los últimos días para fotografiarse y es necesario reservar plaza para la ... visita guiada del Valle Salado de Añana. Esos dos sencillos marcadores evidencian que este verano se ha disparado el interés turístico por Vitoria y Álava. La entrada de visitantes durante la primera mitad del año aumentó un 17% en el territorio histórico, según la Diputación. La salida del Tour de Francia y el Ironman van a ayudar a cerrar un mes de julio excelente, y todos los agentes del sector prevén que agosto sirva para redondear un verano de auténtico récord. Y no hablamos de una plusmarca exclusiva de la 'pospandemia', sino desde que el Eustat tiene registros.
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En esa misma dirección apuntan los datos recogidos por SEA Hostelería entre sus miembros. La previsión es que la segunda quincena de julio cierre con un promedio de ocupación del 82,2% y en agosto parten con que ya tienen reservadas el 63,5% de las plazas. «Ese último porcentaje puede parecer a priori bajo, pero en verano nos hemos acostumbrado a trabajar con la contratación de habitaciones a última hora», explica Elena Martín, la vicepresidenta de la asociación empresarial. Distintos agentes del sector confían en que el resultado final de agosto podría escalar hasta el 80% o incluso el 90%.
Un turismo que durante la época estival suele ser eminentemente nacional y no llega en grupos organizados. En agosto de 2022 supusieron el 70% de nuestros visitantes, que sobre todo proceden de Cataluña, la Comunidad de Madrid o el resto de Euskadi. Los demás meses del año esa tasa ronda el 60%. El propio origen de los turistas les hace más imprevisibles porque dejan las reservas para última hora. Yula Doukoure, que trabaja junto a Elena Martín en el hotel Jardines de Uleta, explica que las reservas suelen concretarse «a partir de las diez de la noche de la víspera de la llegada de los huéspedes». Elisabeth Ochoa de Eribe, directora de Guías Artea, afirma que en su caso es más extremo y últimamente está recibiendo «a las cuatro o las cinco de la mañana» solicitudes de visitas por Vitoria.
17%
subió la entrada de visitantes hasta junio respecto al mismo periodo de 2022, un año que ya sirvió para pulverizar el récord de 2018.
Gema Guillerna, directora del NH Canciller Ayala, comenta que los viajeros internacionales suelen ser quienes planean su llegada con más antelación, pero en los últimos meses también se perciben cambios. «Últimamente estamos observando gente que elige Vitoria como parada intermedia en su ruta hacia el Norte o el Sur de Europa. Esta semana hemos tenido un día en concreto en que entraron 20 habitaciones a lo largo de la jornada», indica desde el hotel situado junto al parque de la Florida.
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El optimismo entre el sector es palpable y las experiencias más recientes reman a su favor. En los dos últimos fines de semana se ha colgado el cartel de 'no quedan habitaciones libres' en muchos establecimientos de la ciudad. El primero, gracias al efecto del Ironman y el último, por el 'puente' de Santiago. Durante las fiestas de La Blanca se confía en que se repitan registros parecidos.
En cualquier caso, y si se cumplen las buenas sensaciones, 2023 podrá superar los datos del pasado ejercicio, que ya sirvieron para pulverizar los que hubo en 2018. Es indudable que el interés por el territorio histórico va 'in crescendo' y aún tiene margen de crecimiento por no estar tan masificado como Gipuzkoa o algunas partes de Bizkaia. En junio, hubo 97.928 pernoctaciones en Álava frente a las 88.417 del mismo mes del año pasado; es decir, un incremento del 10,75%. «Es indudable que el turismo de cercanía que tanto se estila después del coronavirus nos ha beneficiado por ser una ciudad mediana y con muchas alternativas relacionadas con el medio ambiente y el deporte», destaca la diputada foral de Turismo, Cristina González.
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70%
de los visitantes que llegaron en agosto de 2020 eran nacionales, sobre todo de Cataluña, Madrid y dentro de Euskadi. La media durante el resto del año suele rondar el 60%.
Ironman, Tour y tenis
Hace tan sólo seis años, en 2017, las instituciones alavesas se marcaban como objetivo llegar a las dos noches de estancia media. Entonces parecía harto complicado, pero tras la pandemia se ha superado y González se plantea llegar a que el visitante disfrute 2,5 días en el territorio porque evidentemente generaría efectos positivos en la economía de la provincia. Así, por ejemplo, el personal contratado en alojamientos ha subido un 5%,sin tener en cuenta a aquellos que han empezado a trabajar en guías, comercio u hostelería.
Una de las claves para aumentar las pernoctaciones son eventos como el Ironman, que hacen que la gente llegue a Vitoria con varios días de antelación para aclimatarse o entrenarse. También sucede en el Azkena Rock Festival, cuando el público que se hospeda en los hoteles tiene una mayor capacidad de gasto. «Luego hay eventos como lo que ha sido el torneo internacional de tenis de La Peña (el Araba World Tennis Tour Femenino) que durante una semana ha traído a 80 participantes con sus respectivas familias. Somos un destino que crece porque es fácil moverse por el territorio y cuentas con una oferta turística muy diversa a pocos minutos», afirma Iván Saldaña, que espera en las próximas semanas una importante ocupación de los hoteles Hito y Nirea o los apartamentos Diván e Irenaz.
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Poco a poco, el visitante ha dejado de ceñirse a acercarse a Vitoria y Rioja Alavesa. Cristina González explica que han aprendido que quien llega al territorio busca una experiencia distinta y, por eso, se ha trabajado en ofrecer rutas originales. «La gente valora cada vez más una experiencia única como puede ser caminar en solitario por uno de nuestros parques naturales que hacer cola para subirse a una atracción turística», defiende.
«En manga larga»
Cuando Celedón vuelva a Zalduondo y cierre su paraguas tocará estar pendientes de la meteorología. Del tiempo que haga aquí, pero sobre todo del que se registre en el resto de España. «Hemos comprobado que en esta época del año nos beneficiamos cuanto más calor haga en otros puntos del país. Si hay temperaturas muy extremas en comunidades como Andalucía, Extremadura o Madrid, la gente viene a refugiarse a ciudades como Vitoria», explica la diputada foral de Turismo, tras realizar un estudio pormenorizado de los datos más recientes.
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Esta ni mucho menos es una una opinión individual. De la decena de agentes del sector servicios de Álava consultados por este periódico, todos -sin excepción- señalan que este es un factor determinante para que la gente se acerque. «Los alaveses buscan destinos de playa y quienes viven en los 'puntos más calientes' quieren venir a sitios donde hay que ponerse camisa de manga larga para la hora de la cena», evidencia Juanma Lavín, director-gerente del espacio gastronómico Villa Lucía de Laguardia.
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