Drogas en Euskadi
Un traficante de heroína condenado dos veces en Vitoria alega párkinson para evitar su expulsiónLa Audiencia Provincial de Álava le impone 4 años de prisión después de que la Policía Local le pillara con 63 dosis de esta droga dura
Es reincidente. Ocupa una celda en Zaballa desde hace meses. Ayer recibió su segunda condena en poco más de un año por el mismo pecado; ... dedicarse al menudeo de heroína en Vitoria. Admitió ante la Audiencia Provincial de Álava que las 63 dosis de esta droga dura y 7.936 euros que le confiscó la Policía Local eran suyos. Abandonó la sala –de vuelta al centro penitenciario alavés– con una condena de 4 años, a sumar a otra previa de 4 años y medio.
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Como en otras ocasiones, el juicio se solventó con una rápida sentencia de conformidad tras el parlamento previo entre el fiscal Álvaro Delgado y José Aguilar, abogado de pago del investigado. El letrado de la defensa, llegado desde Pamplona, logró una rebaja de seis meses sobre el planteamiento inicial del Ministerio Público. Aparte, su cliente fue condenado a abonar 3.000 euros de multa, las costas del proceso y la pérdida definitiva, tanto de la droga como del dinero que le incautaron policías locales en el otoño del año pasado. Por cierto, este operativo –que ayer se juzgó– se ejecutó sólo un mes después de que este hombre de 47 años recibiera su primera condena por traficar con heroína a pequeña escala en la capital alavesa.
Llega la fase crucial
Sin embargo, el quid de la cuestión en este juicio por «un delito contra la salud pública» se dirimirá en la fase de ejecución. Es decir, cuando el juzgado se reúna para decidir si este súbdito de un país del centro de África, y carente de arraigo, será expulsado al cumplir dos terceras partes de su condena o si, por el contrario, le obligarán a seguir interno en Zaballa hasta que se gane su libertad e inicie su reintegración en la sociedad alavesa.
El primer supuesto –que implicaría una década de destierro antes de volver a pisar suelo europeo– es la postura defendida en un principio por la Fiscalía de Álava. Se trata además de una vía habitual con reincidentes de origen extranjero y sin una red social, como una familia, o laboral, un empleo fijo.
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Según explicó su abogado a la conclusión de la vista oral, este doble condenado por tráfico de drogas ha sido diagnosticado recientemente de «párkinson», una enfermedad degenerativa que carece de cura. «Ya esta mal y se le notan los síntomas», aseguró a EL CORREO.
Fuentes judiciales admiten al respecto que, «si justifica con certificados médicos la gravedad de su dolencia, lo más probable es que por una razón humanitaria se deniegue la expulsión ya que en su país de origen carecen de la red sanitaria pública que disponemos aquí para hacer más llevadera una dolencia tan severa». Mientras la Justicia decide su suerte, este doble condenado aguarda acontecimientos en el mayor presidio del País Vasco.
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