Robos por encargo en Vitoria: «mil euros» en cremas de belleza de una farmacia
La Policía Local sigue la pista a un sospechoso que actúa a demanda. El lunes fue directo a la balda con los artículos más caros. «Sabía a lo que venía», lamentan sus víctimas
Llegó en bicicleta, haciendo alguna ese y apurando una lata de cerveza antes de acceder a la farmacia. Las cámaras de seguridad de este negocio ... de Vitoria le captaron poco antes de las 19.00 horas del lunes. Fue directo a la balda con los productos cosméticos más caros.
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Primero, el sospechoso metió varios artículos en el interior de su cazadora y en una bandolera. Al percatarse de que no había espacio suficiente, descolgó la mochila que portaba a la espalda y la llenó en apenas veinte segundos. Visto y no visto.
Aprovechó que las farmaceúticas atendían a varios clientes. «Se ha llevado 17 cremas», compartió ayer martes la responsable del comercio. Su precio de venta al público asciende a «1.063 euros». Se trata de cremas cosméticas cuyo valor oscila entre los 50 y casi los cien euros.
«Sabía perfectamente a qué balda dirigirse. Aparte de que conocía que se encuentra en una zona fuera de nuestro campo de visión. Y más si hay mucha clientela como ocurrió en esta ocasión», lamenta su víctima del lunes.
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Alertados por la farmacia y gracias a las imágenes de seguridad, efectivos de la Policía Local localizaron al ladrón el mismo lunes. Le interceptaron poco antes de las 22.00 horas en el parque de Molinuevo, a 2,4 kilómetros el lugar de los hechos.
Llevaba consigo «200 euros en efectiv»o, pero ningún artículo sustraído. «Actúa por encargo», desvelan los investigadores. Se supone que esos billetes fueron su recompensa por los botes sustraídos tres horas antes. «Fíjate en el beneficio que sacan quienes le han comprado esa mercancía», matizan estos medios.
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200 euros por el botín
Desde la farmacia asaltada también se apuntan a este teoría. «La semana pasada entró una mujer embarazada y con una hija menor. También fue directa a esa balda en concreto, pero la pillamos a tiempo», comparten preocupadas. Fue denunciada por hurto y su caso ya está judicializado.
Por su parte, el ladrón del lunes hace un tiempo que figura en el radar de la Policía Local. Sin ir más lejos, patrulleros de este cuerpo le interceptaron el domingo tras sustraer 600 euros en quesos, cremas y jamones.
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La Guardia urbana, no obstante, quiere ir más allá. Busca a las personas que le 'contratan' y que revenden luego cada botín recepcionado. Se cree que los ofrecen en mercadillos o en comercios sin escrúpulos. «Este sospechoso es un mero peón, los importantes son quienes le marcan los objetivos», especifican desde la comisaría de Aguirrelanda. «Por eso es muy importante que sus víctimas nos avisen en cuanto le detecten para seguirle y comprobar a quién entrega lo robado».
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