Rendidos a los encantos de Vitoria

La catedral de Santa María, la Virgen Blanca o el Anillo Verde, son algunos de los grandes atractivos para los visitantes. «Nos está pareciendo todo precioso, hemos venido porque mi cuñado es de aquí, pero queremos conocer bien los bosques que rodean la ciudad», comenta encantada María José, ilicitana que junto a su marido David Martínez y sus tres hijas, han decidido pasar unos días en la capital. Al igual que ellos, son muchos los que se sienten profundamente atraídos por el Anillo Verde, una de las grandes joyas vitorianas.

Sin duda alguna, la comida y el vino son uno de los factores de peso que hacen a esta tierra tan atractiva. Así lo corroboraba Xelo Esteve, reincidente en esto de visitar la ciudad. «De Vitoria nos ha gustado todo, la catedral de Santa María, la plaza de la Virgen Blanca, el clima... ¡y los pintxos!», asegura el valenciano, encantado de la vida tras haber explorado muy a fondo las mejores barras de la ciudad.

Aunque catalanes y valencianos se llevan la medalla de oro en esto de inundar las calles de la ciudad vasca, a nivel internacional los franceses no pasan desapercibidos. Etienne Gatt y Etienne Montet junto a dos amigos más, vienen desde Francia, pasando por los Pirineos con poco más que sus bicicletas, y aunque ayer pretendían pasar la noche en la costa vasca, al llegar a la capital alavesa se lo pensaron dos veces. «Creo que hoy nos quedaremos aquí y disfrutaremos de la ciudad, no la conocíamos pero, aunque acabamos de llegar, nos está gustando mucho», declaraba la pareja de amigos mientras observaban la plaza de la Virgen Blanca.

Casi lo mismo les sucedía a Allison y Mathieu Hany, que recién llegados de Madrid decidieron hacer una parada obligatoria en la capital alavesa. «Acabamos de llegar, pero todo esto es increíble», exclamaba la pareja de franceses.

También son muchos los que establecen Vitoria como 'campo base' para visitar el resto del País Vasco. Desde Cervera (Lérida), Alberto Fuentes y Sandra Cortadellas junto a su pequeña bebé han decidido alojarse en la capital. «Como vamos con la nena, Vitoria nos parece la mejor opción para conocer el resto de Euskadi», contaba Sandra. De la misma forma, alojadas en Vitoria, Montse Casals y Gloria Camprubí, madre e hija llegadas desde Barcelona, recalcaban lo impactante que les parece el contraste con el «verde de los bosques y el mar» de esta comunidad.

Da igual mirar a la izquierda o a la derecha, que la estampa que nos deja la ciudad estos días será una bonita imagen de familias tomándose selfies, grandes grupos siguiendo un guía turístico o amigos observando un mapa. Vitoria, parece, se está poniendo de moda.