Un hombre ajeno a la noticia pasa junto a la entrada del narcobar demandado. Rafa Gutiérrez

En el barrio de El Pilar

Reclama 80.000 euros a un narcobar de Vitoria por la lesión que le causó un cliente en un ojo

El Tribunal Supremo recuerda a este vecino que se equivoca de objetivo. Permaneció 543 días de baja y se sometió a dos operaciones

Lunes, 12 de febrero 2024, 00:18

¿Se puede exigir la responsabilidad civil en todas situaciones? Aunque en otros lares como Estados Unidos, la legislación sí lo contempla; aquí no ocurre ... igual. Así se lo ha remarcado el Tribunal Supremo a un vecino de Vitoria que demandó al dueño de un conocido narcobar por la lesión en un ojo que le causó un cliente. Pedía al establecimiento hostelero, ubicado en el barrio de El Pilar, 80.400 euros por «las secuelas, el perjuicio y el daño moral».

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Hay que remontarse al verano de 2016 para entender el origen de este movimiento. El demandante se encontraba tomando café junto a la puerta de la tasca cuando otro usuario que «se encontraba en el interior del local golpeó violentamente el cristal de la puerta de entrada, que resultó hecho añicos». Un fragmento impactó en su ojo izquierdo.

Le operaron dos veces, permaneció en situación de incapacidad temporal 543 días y a día de hoy sufre visión borrosa. El término médico se denomina afaquia.

El autor, no está demandado

Un par de años después de aquel mal trago demandó al narcobar. Exigió 80.400 euros de compensación porque el cristal roto «no reunía los requisitos técnicos de seguridad exigibles». Un juzgado de Primera Instancia de Vitoria denegó su petición. Recurrió a la Audiencia Provincial de Álava que, en otoño de 2019, repitió idéntico dictamen. Ambas salas coincidieron en que «las lesiones no se produjeron como consecuencia de un riesgo derivado de la actividad de hostelería, sino por la acción voluntaria de un tercero (que jamás fue demandado) ajena al negocio».

Pese a este doble revés, el lesionado decidió agotar la vía legal y recurrió al Tribunal Supremo. La sentencia se conoció ayer domingo.

El magistrado José María Llorente vuelve a recordarle a este ciudadano se equivoca de objetivo, que el bar nada tuvo que ver con su grave lesión. También le impone las costas de todo el proceso, estirado durante seis años. Esa factura la pagará el sistema puesto que se acogió a la Justicia gratuita.

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