Ramiro González afirma que la prórroga será «muy parecida» a lo que era su proyecto presupuestario

El discurso de González se ha centrado en dejar claro que el presupuesto prorrogado «garantiza la prestación de los servicios por parte de la Diputación alavesa, su actividad general y la cobertura de las prestaciones». «Pero más allá, las cuentas están preparadas para continuar con los compromisos del Gobierno foral y avanzar en la ejecución de los proyectos en los que hemos venido trabajando como el centro de fabricación avanzada de la automoción, el EDA Drinks&Wine (campus del vino) y los proyectos de reforma de los recursos sociales», ha expuesto.

«Vamos a tener una prorroga muy, muy, muy parecida a lo que iba a ser el presupuesto de 2024. La normativa nos permite hacer transferencias de crédito, con el cumplimiento de la legalidad y el control de las Juntas, para avanzar», ha recalcado el gobernante del PNV.

El máximo dirigente foral ha mostrado su objetivo de «intensificar el diálogo y la búsqueda de acuerdos con las formaciones políticas de la oposición». Esa mano tendida ha recibido una inmediata respuesta. «Por encima de las contradicciones que existe entre nosotros hay que repetir fórmulas de hablar», ha indicado Eva López de Arroyabe, portavoz de EH Bildu. «Nosotros no queremos que los alaveses paguen por esta situación», ha añadido la popular Ana Morales. «Esta posición exige diálogo», ha considerado David Rodríguez, de Elkarrekin.

Una buena disposición que, sin embargo, no ha sido constante. La izquierda abertzale le ha espetado a Ramiro González que, ante la dificultad de llegar a un pacto, debía haber tomado la misma estrategia que en el Ayuntamiento. «Cuando Maider Etxebarria se dio cuenta que no tenía un acuerdo presupuestario, se remangó, se acercó a EH Bildu siendo conscientes de que nos dejamos pelos en la gatera y se ha conseguido un proyecto sensato en Vitoria», ha recordado López de Arroyabe.

Este intento de asimilar ambas situaciones no gustó al diputado general. «Yo no necesito justificar lo que ocurrió en la negociación presupuestaria, pero algo tengo que decir a la vista de lo que he escuchado. EH Bildu se acercó a la negociación en el Consistorio con una propuesta de enmiendas de doce millones y finalmente ha acordado cambios por seis. En la Diputación, en cambio, se proponían cien millones, se les trasladó que con semejante volumen no había manera de negociar, se les pidió concreción y se redujo a 63,2 millones. Es decir, diez veces más que en el Ayuntamiento. Ustedes se sentaron con la voluntad de no acordar», ha evidenciado.

«Hay que intensificar el diálogo, pero hay que trasladar a la sociedad lo que de verdad ocurre. El diálogo es para llegar a acuerdos, no puede ser un paripé para intentar posicionarse», ha concluido.