La quinta torre de Vitoria es humana

La Diada Castellera vitoriana ha tenido como protagonistas a la 'colla' Xicots de Vilafranca del Penedès y a la Euskal Herriko Casteller Taldea, única en el País Vasco y que apenas lleva un año erigiendo castillos. «La pusieron en marcha cuatro personas muy motivadas, 'castellers' de toda la vida que se vinieron aquí a vivir y tenían el gusanillo de seguir haciendo y con la ayuda de mucha gente que ayudaron desde el principio», han señalado Paula Sans y David Vilà a las puertas de su segunda actuación.

Con una plaza repleta de público, han comenzado a erigirse las primeras torres. Las dos agrupaciones han actuado unidas, entremezcladas, y tras las primera construcciones simples de tres alturas ha aparecido algún problemilla de coordinación. Ánimos en catalán y en euskera desde la base para superar los nervios de los más pequeños, a quienes les ha tocado escalar hasta lo más alto en un precario equilibrio. Y el aplauso del público que ha supuesto un empujón hacia la cima. Así, tras algún titubeo y aborto, los castillos han ido creciendo, simples o compuestos, hasta alcanzar las seis alturas en el más alto de los que se han erigido este sábado.

«Ha sido una plaza muy agradecida con mucho público; al principio nos ha costado un poco conectar, pero después ha ido todo de maravilla», ha asegurado Tamara González, la encargada de dirigir a sus compañeros en unas formaciones que pueden alcanzar los diez pisos de altura en las grandes agrupaciones y de ocho en las torres individuales.

Entre el público, muchas familias han elevado sus particulares 'castells' con los pequeños alzados a hombros de sus progenitores. Una altura modesta comparada con la de los expertos, pero no se puede decir que los niños tengan miedo a intentarlo y son unos cuantos los que se han ido con ganas de probar.

Es el caso de Julene, Ioar, Iare, Jana y Ane, un grupo de primas la mitad vitorianas y la mitad catalanas que se han sumado a la fiesta de la mano de su abuela, Ana, y su madre, Jugatx. «Soy de aquí pero llevo años en Barcelona y he intentado ver muchas veces y es casi imposible de toda la gente que se junta. Me encantado la cooperación entre ellos y el mérito increíble que tienen los niños para subir hasta arriba», ha relatado esta última.

Arantxa también ha estado de visita en la ciudad que le vio nacer y tenía a su lado a sus hijas londinenses, Alejandra y Aitana: «Hemos visto alguna vez en Londres y nos hemos animado porque tenemos amigos catalanes que son 'castellers' y ellas quieren animarse a probar, aunque sin llegar hasta arriba».

Por su parte, Deneb, de Xàtiva, se ha mostrado «encantada» junto a su pareja, el vitoriano Mikel, de que una tradición que también tiene raíces valencianas se extendiese este sábado hasta Vitoria para erigir la quinta torre de la ciudad.