El Prado abre la puerta del Festival de Jazz

El menú desgranado en el emblemático parte vitoriano permite asumir que estamos en plena época de jazz y que este lunes empieza un certamen en el que colabora EL CORREO y que tan orgulloso exhibe la ciudad de Vitoria por el universo musical europeo. Seis jornadas, hasta el sábado, en las que el cartel combina -fusiona, más bien- figuras consagradas con proyectos emergentes. A diferencia de ediciones recientes, en este 2025 no hay hueco en el cartel para la heterodoxia de Trueno o Kase O, protagonistas de llenos espectaculares en Mendizorroza en el cierre de las dos ediciones anteriores.

Son propuestas que se distancian del jazz puro, pero que arrastran a oleadas de nuevos públicos. El presidente del Festival, Íñigo Zárate, ya explicaba en una entrevista en este periódico, que la contratación de estas figuras depende muchas veces de sus planes de gira por Europa y de que accedan a bajarse un tanto el caché a cambio de 'encajar' una nueva fecha y cosechar un éxito rotundo. Este año no se ha dado esa 'ventana' y el programa vitoriano discurre por caminos más trillados.

Las sesiones del programa 'oficial' se dividirán como es tradición en dos escenarios principales: el Palacio Europa, que sustituye al teatro Principal, y el polideportivo de Mendizorroza. El programa arrancará en el Europa, mañana y el martes a las 20.30 horas (el resto de días hasta el sábado estos recitales comenzarán a las 17.30 para no solaparse con las actuaciones de 'Mendi', que se iniciarán a las 20.30). Para estos pases iniciales el festival ha programado a MOVE, con el donostiarra-vitoriano Iñigo Ruiz de Gordejuela- y el pianista Álvaro Torres, afincado en Nueva York y que promete ser una de las apuestas más interesantes del ciclo.

A partir del miércoles, 'doblete' en el Europa y 'Mendi'. Ese día en el primero de estos escenarios tocarán los gallegos Sumrrá, una propuesta jazzística difícil de definir en su originalidad. Y cerrará la jornada otro concierto también singular: la interpretación de Classijazz Orchestra sobre el 'Epitaph' de Charles Mingus. Más de dos horas de embeleso.

Limitar el Festival de Jazz a estas propuestas sería caer en un reduccionismo injusto. A lo largo de la semana entrante, la ciudad acogerá medio centenar de actuaciones en calles, plazas o rincones. Será complicado caminar por el centro sin encontrarse algún combo. Añádenle a eso los artistas callejeros que en verano se asoman a la ciudad. Vienen días movidos.