Portal de Arriaga es el gran punto negro de Vitoria, con 31 accidentes el último año
Los cruces con el tranvía o con el BEI y las intersecciones de circulación giratoria se consolidan como las zonas más peligrosas
Conducir en Vitoria es sinónimo de desesperación. No es una frase hecha. Lo confirma un informe nacional sobre movilidad publicado en diciembre, donde se refleja ... que vivimos en la peor capital del país para utilizar el coche, con 21 minutos de media para recorrer apenas 10 kilómetros. Y lo ratifica, con contundencia, Pedro Dávila, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Álava: «El tráfico en Vitoria es un desastre». Nos subimos al coche con él para comprobarlo y concretar los puntos negros del mapa..
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Dávila lo tiene muy claro. Las zonas más conflictivas son aquellas en las que confluyen los coches con el tranvía o el BEI. También «los cruces con circulación giratoria que soportan mucho tráfico», remarcando que no todas estas intersecciones son realmente rotondas.
Iniciamos el recorrido buscando uno de los cruces más peligrosos, el de Portal de Lasarte con Maite Zúñiga. En él se produjeron cinco colisiones el pasado año, según un informe de la Policía Local. «Los que vienen por Maite Zúñiga no acceden a una rotonda porque no tienen que hacer curva. Son dos carriles y no reducen la velocidad y el que accede desde Portal de Lasarte tiene que parar».
El viaje por el sur de la ciudad avanza hasta llegar al indescifrable cruce de Esmaltaciones. «Esto es un lío monumental. Aquí la gente entra y sale porque tiene instinto de supervivencia, nada más». La suerte acompaña en este trayecto.La densidad de tráfico es inusualmente baja. Con todo, atinar con el carril de salida hacia Jacinto Benavente no es sencillo.
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Precisamente, el siguiente cruce, con la calle Florida, sí que aparece entre los puntos negros más relevantes, con cinco choques en 2024. «Coches, tranvía, el carril especial del BEIpor el que muchos vehículos se meten por error, un colegio... Es un caos», sentencia Dávila.
La calle Florida sirve al presidente de las autoescuelas alavesas para destacar una limitación que no todo el mundo conoce; y mucho menos respeta. Aquella que dice que cuando solo existe un carril la velocidad máxima se reduce a 30 kilómetros por hora. «En muchos casos, si se cumpliesen los límites de velocidad habría menos accidentes. Y nos encontramos que, precisamente, las zonas más problemáticas son las que tienen dos carriles y se rebasa el límite». Por eso no es de extrañar que en el centro de Vitoria las calles con mayores incidentes sean de doble carril, como Domingo Beltrán o Los Herrán, y eso que esta última lleva ya tiempo parcialmente cerrada por obras.
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«A veces falta señalización previa», apunta Pedro Dávila, presidente de las autoescuelas alavesas
También sucede algo similar con Beato Tomás de Zumárraga, donde los profesionales del volante ponen el foco en la confluencia con las calles Pedro Asúa yMéxico, que en su día se hizo famosa por el maremágnum de rayas y flechas pintadas en el asfalto. Y, precisamente, radica aquí otra de sus denuncias. «En muchos casos la señalización es excesiva y eso resulta perjudicial».
Pero, avanzando hacia otra vía con alta siniestralidad, la Avenida de Los Huetos, destaca que en algunos casos lo que falla es no tener unas indicaciones adecuadas cuando se encara un cruce giratorio. «A veces falta señalización previa para saber dónde te tienes que ir colocando. Si ves antes que el carril derecho tiene una flecha exclusiva para girar a la derecha y tienes varias cuando te vas aproximando... Si no ves ninguna es que eres un desastre. Pero tenemos la señal justo en la entrada de las rotondas y así es imposible rectificar. Muchas veces llegas al final y te metes por donde puedes», explica.
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Artapadura y Olariaga
El recorrido conduce a la Avenida del Zadorra, convertida en una suerte de circunvalación con gran número de vehículos para quienes acuden a las empresas de la zona y a Júndiz. Y llega al cruce con Portal de Arriaga, la calle que registró más accidentes (31) el pasado año.
Dentro de sus 2,4 kilómetros de extensión se encuentra otro de los puntos negros de la ciudad: la rotonda en la que confluyen Luis Olariaga y Artapadura. «Los coches que vienen de Artapadura apenas tienen que frenar porque no hay curva y eso es un riesgo; y en Luis Olariaga van seguidos un paso de cebra, uno de bicicletas, un nuevo paso de peatones que no tiene mucho sentido y el tranvía ». En 2024, en este lugar se produjeron 10 accidentes.
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En la zona norte de la ciudad se concentran los lugares con mayor número de accidentes
Toda esta zona del norte concentra la mayoría de los tramos con el número más elevado de incidentes. Y el entorno de la rotonda de América Latina es sin duda el más caótico. «Aquí es muy importante la disciplina de carril: saber respetar por el que vas y por el que van los demás». Ese cruce registró nueve accidentes, pero las calles adyacentes, como Juan de Garay y, sobre todo, Portal de Foronda (23 choques) tampoco se quedan a salvo.
Encaramos el final del viaje recorriendo la Avenida Gasteiz, la segunda arteria vitoriana con más accidentes (24) y en la que Dávila destaca la «especial atención» que hay que prestar a la convivencia de coches, tranvía, peatones, bicicletas y patinetes. El trayecto acaba, afortunadamente, sin un rayón.
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Dos personas heridas cada día en las calles de la capital alavesa
2024 fue trágico para el tráfico en Vitoria. Cuatro personas perdieron la vida en accidentes de tráfico. El choque entre dos vehículos en una carrera ilegal en Júndiz, que acabó con el fallecimiento de Cristian e Izaro, el impacto de un vehículo contra un pilar de los túneles de Zaramaga y el atropello a un peatón en Judimendi componen el peor balance desde 2020.
Además de esos cuatro fallecidos, 720 personas resultaron heridas. De media, según datos de la Policía Local, prácticamente dos lesionados de diversa gravedad al día (1,98). El registro mejora significativamente los datos de 2023, con una rebaja del 5,1%. En ese ejercicio fueron 763 los damnificados por colisiones.
En el cómputo mensualizado, mayo fue el período de mayor siniestralidad, con 76 víctimas. En el otro lado de la balanza, y con mucha diferencia, agosto. Con buena parte de los vitorianos de vacaciones solo se computaron 35 heridos. Solo hubo 70 días en los que no se produjo alguna persona herida en incidencias relacionadas con el coche. Las jornadas de mayor siniestralidad fueron el 25 de abril, el 10 de mayo y el 7 de octubre, con ocho heridos cada una.
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