El PNV descarta dedicar a Miguel Ángel Blanco una calle en Vitoria como propone el PP

El PNV ha rechazado este jueves dedicar una calle en Vitoria a Miguel Ángel Blanco, el concejal del PP de Ermua asesinado por ETA hace ahora 25 años. Los jeltzales se han desmarcado de la propuesta que lanzó la pasada semana el grupo popular en el Ayuntamiento de la capital alavesa y anuncian «una conmemoración singular y específica en el 25 aniversario de su terrible asesinato en colaboración con la Fundación Miguel Ángel Blanco», además de mirar al Memorial de Víctimas del Terrorismo «como espacio para la memoria y la pedagogía de la paz».

Con este posicionamiento, el PNV también se distancia de su socio de gobierno municipal, el PSE, que se ha decantado por apoyar la petición de los populares. Aunque la iniciativa se votará este viernes y ninguna de las formaciones descarta movimientos de última hora, la negativa de los nacionalistas complica que el Pleno municipal, compuesto además por EH Bildu y Elkarrekin Podemos, que todavía no se han pronunciado, sume mayoría. Eso sí, bastaría con el apoyo de uno de los dos grupos.

Ni al PP ni al PSE les parece de momento suficiente la fórmula del homenaje propuesta por el PNV, ni que el espacio para el recuerdo de las víctimas del terrorismo se reduzca al Centro Memorial, como sugiere el escrito de los jeltzales. «Están muy bien los homenajes. Pero son perfectamente compatibles con que se le otorgue una calle a Miguel Ángel Blanco. Lo que simboliza su figura tiene identidad suficiente. Nos parecería curioso que el alcalde se oponga a ello», asegura el presidente del PP alavés, Iñaki Oyarzábal. Horas antes, el concejal Iñaki Gurtubai (PNV) avanzó en la radio pública que «hay múltiples formas de recordar a las víctimas del terrorismo, sin que sea necesariamente una calle». A falta de que se produzca el debate y los grupos fijen sus posturas definitivas, que puede derivar en nuevas propuestas y acuerdos de última hora, parece difícil que tanto la propuesta del PP ni la del PNV se aprueben tal y como están redactadas.

La competencia de variar el callejero es competencia exclusiva del alcalde, que ya realizó en 2020 un cambio de nombre de la Avenida Juan Carlos I para convertirla en 8 de marzo por considerar al rey emérito «un corrupto». Además, de forma más reciente, incluyó nombres de mujeres relevantes en plazas y parques, aunque no fue necesario retirar otros nombres en esos espacios.

Pero al margen de la propia cuestión de si habrá o no calle para Miguel Ángel Blanco, las mociones de este tipo reflejan los posicionamientos de los partidos y las relaciones entre los grupos. En este sentido, el PNV y el PSE, que forman gobierno en el Ayuntamiento, volverán a marcar distancias. A pesar de no ser una situación inédita, ya que sucedió por ejemplo en la cuestión del gas en Subijana, sí resulta inusual.

En los últimos meses, además, ambos grupos han tenido algunos desencuentros en materia de autogobierno, discurso soberanista y el euskera, por ejemplo. No obstante, todo apunta a que la reciente tensión entre las dos formaciones se rebaje a corto plazo a nivel autonómico.

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