Tartalo reivindica lo fantástico como parte de nuestra sociedad actual

El festival Tartalo-Semana de lo Fantástico en las Artes de Vitoria ya está en marcha y ha arrancado su primera edición con el firme objetivo de reivindicar el universo de lo fantástico y darle el lugar que se merece. «Lo fantástico es parte de nuestra sociedad y de lo que somos hoy en día», defendió durante la presentación de la cita su impulsor, Raúl Montero. En el acto de apertura que tuvo lugar en el museo Artium, Montero mantuvo una interesante conversación con el cineasta alavés Paul Urkijo, uno de los nombres más destacados del festival, en el que colabora EL CORREO. El director se sumó a esta idea afirmando que «lo fantástico está vigente y es muy poderoso para hablar de nosotros mismos».

La puesta en escena de Tartalo se presentó como una oportunidad para conocer un poco más a Urkijo, sus orígenes, sus referencias o cómo es su proceso creativo. Montero, que además del impulsor de este novedoso festival que aspira a convertirse en referente internacional es profesor universitario en la UPV, planteó la charla con el cineasta como una entrevista en la que el segundo comenzó recordando su infancia. «Desde niño he escuchado cuentos llenos de metáforas, seres fantásticos y simbolismos. Es un tema que siempre me ha gustado, también los monstruos, y yo lo que quería desde siempre era contar historias».

Durante la conversación ambos coincidieron en subrayar el auge que lo fantástico está teniendo en todo el mundo, y que ya no es solo una cuestión de 'frikis'. «En Euskadi en concreto estamos siendo testigos de un movimiento que se va a notar más de cara a unos pocos años. Ahora se está sembrando la semillita de este género, pero en unos años va a haber un 'boom' gordo», vaticinó Urkijo. «De todos los 'bestsellers' de todos los tiempos, ahora mismo 6 son del género fantástico. Y muchas veces a la fantasía no se le da el lugar que se merece», añadía Montero. Tartalo no quiere perderse ese prometedor escenario, y su impulsor confirmó que «hemos venido para quedarnos, no a hacer una única edición ni a figurar. Queremos situar a Vitoria en el epicentro de lo fantástico a nivel mundial».

En lo que al proceso creativo se refiere, Urkijo contó cómo lo vive él. «Estudié el Bachillerato de Ciencias, pero los números no se me daban bien y me metí a Bellas Artes. Fui haciendo mis cortos cada vez más ambiciosos aunque al principio no tenía dinero ni conocimientos. Y al final he llegado al punto de inicio que era ese niño fascinado por lo fantástico», confesó. «Hacer una película para mí es como un exorcismo en el que el público es tu psiquiatra. Sacas todo lo que llevas dentro, y si al público le gusta y lo abraza es la mejor de las terapias».

Entre sus referencias, el premiado cineasta citó Excalibur, Indiana Jones, Conan el Bárbaro... películas que de crío alquilaba los viernes por la tarde en el videoclub. También los mitos griegos «que siguen vigentes hoy en día y en los que nos podemos ver perfectamente reflejados».

Tras este coloquio para abrir la primera edición de Tartalo llegó el turno de la danza. Los alumnos del del Conservatorio de Danza Jesús Uruñuela se convirtieron en los protagonistas con una coreografía a oscuras en una de las salas del museo tan solo iluminada por las pulseras de luces que lucían en sus muñecas. El alumnado de tercer y cuarto curso escenificó ante el público la coreografía de Elvira Illana 'Mirando al suelo no veo más que rocas'. Un título que proviene de un haiku (un tipo de poesía japonesa) del poeta japonés Taneda Santoka.

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