Los vitorianos ya validan sus tarjetas de transporte antes de subir al bus eléctrico

«No me había dado cuenta de que hoy empezaba el pago en el exterior, pero he metido unas monedas y me ha dado tiempo a sacar un billete sencillo», celebraba Aroa Bernal, de 30 años, sentada en una de las seis nuevas unidades que ya dan servicio a la línea. Por el momento, estos nuevos modelos eléctricos conviven con algunos de los autobuses grises que completan el resto de líneas de la capital alavesa, pero se prevé que a partir de junio trece de estos nuevos vehículos completen ya todos los recorridos.

Esta vecina de Zabalgana señala que, al no tener que compartir el tráfico con el resto de coches particulares de la ciudad en los carriles reservados para el BEI, ha visto acortado el tiempo que pasa en los trayectos. Coro Basurko, vecina de San Sebastián que frecuenta Vitoria para ver a sus nietas, se muestra satisfecha con el nuevo sistema. «El transporte público aquí es bueno, hay bastantes frecuencias», señala impresionada con el aspecto agradable de las nuevas unidades. «Son bonitas por dentro y por fuera, aunque no sé si tienen tantos asientos», se preguntaba.

Los asientos de las nuevas unidades son algunos de los elementos que más sorprenden a los pasajeros de esta línea, la más utilizada de la ciudad. De color metálico y sin textiles, algunos miran al interior del autobús y recuerdan al tranvía. Se agrupan por parejas pero también por tríos. Nicolasa Moro, vecina del barrio de Santa Lucía, lo considera muy práctico. «Lo cojo todos los días para venir a Txagorritxu, me viene bien para no caminar largas distancias. Ojalá hubiera más líneas y frecuencias por toda la ciudad», desea esta usuaria.