PNV y PP se enzarzan en las Juntas por el 'caso De Miguel' y los refugiados

González volvió a reiterar su «condena más rotunda» y «dolor» por estos hechos así como su «petición de perdón», al tiempo que defendió la actuación «rápida, contundente y sin precedentes» del exdiputado general Xabier Agirre. Una intervención que ha sido «mi guía para actuar en política», remarcó, para pasar a cargar contra el portavoz popular, Iñaki Oyarzabal (quien formuló la pregunta para la comparecencia del diputado general). El máximo dirigente foral le recriminó que «su única forma de hacer política es el insulto, la falsedad y la permanente provocación». «Quiere trasladar a esta cámara el ambiente tóxico que hay en Madrid».

Así contestó González después de que el portavoz popular le lanzara varios reproches. «No he visto al PNV preocupado por saber dónde está el dinero de las comisiones y de las mordidas». «No han asumido ninguna responsabilidad política ni ha impulsado ningún proceso de regeneración interna», afeó Oyarzabal. Cuestionó la actuación del partido cuando ocurrieron los hechos de la trama. «¿Cómo es posible que nadie alertara?». Espetó al dirigente jeltzale y a su partido que «empezaron ustedes amparando y protegiendo a los corruptos, usted negó los hechos y defendió a los corruptos en la comisión de investigación».

A estas críticas se sumaron las de Elkarrekin Podemos IU, desde donde pidieron medidas para «prevenir la corrupción y garantizar la transparencia» en la institución foral y «proteger» a denunciantes de irregularidades. González, que detalló una larga batería de actuaciones e iniciativas implantadas por su Gabinete para favorecer esa transparencia y ética, reprochó al procurador de Izquierda Unida la lista de casos de corrupción ocurridos en su partido. «Han tenido pocas responsabilidades políticas, una sola en Euskadi y un caso de corrupción», criticó. Al portavoz popular le contestó que «no soporta que los alaveses le hayan dado la espalda». Según aseguró, votantes y afiliados del PP le han trasladado personalmente que «no quieren tener nada que ver con esa forma de hacer política». «Sus insultos no les representan. Sienten vergüenza y pena».

Otro de los choques entre jeltzales y populares lo motivó el centro de acogida para 350 refugiados que el Gobierno central prevé abrir en la antigua clínica Arana. La procuradora del PP Ana Morales acusó al PNV de «ocultar» este proyecto «que conocían desde julio» y de apoyarlo al votar a favor de los Presupuestos Generales del Estado. «No voy a contribuir a generar tensión ni confrontación», respondió escuetamente González, que se dirigió a su interlocutora como «señora Maroto, perdón, señora Morales».

«Nuestra obligación -concluyó González- es acoger lo mejor posible a víctimas de violaciones de derechos humanos». Si hay «discrepancias», aboga por «solucionarlas desde el diálogo y el acuerdo, y no meter a estas personas en un debate político».