Los cines Florida de Vitoria lamentan el «daño a la imagen» del sector pese al alivio de las restricciones

Los más perjudicados por las anteriores restricciones fueron las salas de cine del País Vasco, cuyas pérdidas en agosto superaron los 600.000 euros. Con el aumento del aforo al 60%, los cines Florida dispondrán de 462 butacas y Cines Gorbeia contarán con 1.200. A pesar de este respiro, los responsables no lanzan las campanas al vuelo. «El daño a la imagen que hemos tenido es injusto porque la gente pensaba que con las anteriores restricciones (35%) las salas eran un lugar peligroso», lamenta Javier Echaguibel, gerente de los cines Vesa. «Hay un segmento de población que está pendiente de las decisiones y las sigue con temor», indica Echaguibel, que muestra su preocupación por el hecho de que la población de mayor edad no regrese a las salas. «La avería es importante», señala al referirse a los datos del mes que va a concluir.

Sus palabras entroncan con el anuncio del viernes de la Asociación de Salas de Cine de Euskadi (EZAE) que ve insuficiente la medida. Entonces la asociación decidió iniciar una ronda de contactos con todos los grupos del Parlamento vasco «para abordar la crítica situación del sector», además de pedir ampliar el aforo al 75%.

En las salas de conciertos, el anuncio también se recibe sin grandes ánimos ya que se ven impedidas. Si los cines fueron los grandes perjudicados con las últimas restricciones, los locales para el directo arrastran mucho más tiempo con su aforo limitado. Y es que la necesidad de mantener las distancias y que el público permanezca sentado -lo que obliga a disponer de sillas en el espacio- hace que su capacidad no pueda aumentar a pesar del cambio del 35% al 60% de su capacidad.

En Urban Rock Concept retoman las actuaciones en directo con un concierto de Curly Mane. El número de entradas a la venta sigue limitado allí a 60 entradas. Txema González, responsable del local de Portal de Gamarra, plantea que el uso del 'certificado covid' podría ser un paso más hacia la normalidad en un momento en el que casi el 80% de la población vasca tiene la pauta completa. «Me parece una medida de seguridad más que no me importaría realizar», apunta apelando a recuperar progresivamente esa imagen del público de pie. Los grupos de hasta ocho clientes, en lugar de seis, tampoco permiten un gran alivio, ya que es raro que ese número de personas acuda a un mismo concierto.

En los grandes recintos, Iradier Arena y Buesa Arena, el máximo de entradas a la venta rondará los 600 espectadores, aunque con la actual restricción podrían dar cabida a más de un millar. Debido a la gran dimensión y las amplias gradas de ambos no varían en principio su aforo.

Por su parte, el Teatro Principal vuelve a mediados de junio, cuando el aforo al 60%, lo que se traduce en un total de 485 asistentes en butacas alternas. En la agenda del mayor escenario de la capital alavesa se encuentra la gala de Magialdia del próximo 19 de septiembre.