José James | Cantante
El norteamericano regresa al Festival de Jazz veinte años después con '1978: Revenge of the Dragon', uno de sus mejores álbumes
A primer golpe de vista las portadas de los primeros álbumes de José James (Minneapolis, 47 años) llevaban a muchos a pensar que se trataba ... del álbum más de un rapero que de un cantante. Sin embargo, tras la pose de esa carátula giraban discos que sorprendían al desvelar el universo de una voz de barítono y estrofas alargadas más que a un torrente de versos. «Es que es mi generación, la del hip hop, y con la que me he criado», suelta el cantante cuando le decidimos que siempre hemos visto esos lazos (a veces tan solo) estéticos con el rap.
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Algo de esa forma de vestir y actitud queda. Pero últimamente lo vemos más con un sombrero tras el que asoma un rizo cano que con la gorra plana. En realidad, para ubicar a José James sobre todo hay que emplear las etiquetas jazz, soul y R&B. El cantante es uno de los grandes invitados del Festival de Jazz de Vitoria, donde actuó hace 20 años. Su concierto en Mendizorroza secelebra el jueves 17 (22.00 horas, 40 euros) y cuenta con Ebban Dorsey (saxo alto, voz); BIGYUKI (teclado); Yves Fernandez (bajo) y Dom Gerva (batería) como acompañantes de lujo. «Me encanta la cultura de España y su gente, además los fans viven mi música, por lo que es un placer volver», comenta el artista, que presentará '1978: Revenge of the Dragon', su decimotercer álbum de estudio en el que explora el panorama cultural de su año natal, la rebeldía de finales de los años 70. La música disco y el eco de artistas como Marvin Gaye planea por el que está considerado uno de sus mejores trabajos. A esas referencias se le suman guiños al cine de kung fu. De hecho, si teclean 'Revenge of The Dragon short film' en Youtube podrán ver un llamativo cortometraje que profundiza en los temas del álbum. Como curiosidad, José James ha estado entrenando en los últimos meses en un templo Shaolin y se nota que está en forma.
- El nuevo disco '1978' lleva el título de su año de nacimiento, pero va mucho más allá.
- Por supuesto, fue el año en que nací y eso es semiautobiográfico porque me miro a mí mismo en los inicios. Pero también está marcado por todas esas cualidades de la cultura en la que nací, la música de ese momento, la política y las cosas que influyeron y se crearon en mi generación.
- La música disco cobraba fuerza, pero también había mucho funk, soul o reggae, algo que se refleja en el álbum.
- Es que la música de 1978 es hermosa y fascinante. Con figuras como Prince, The Bee Gees, ABBA, Donna Summer, Marvin Gaye y el R&B, Stevie Wonder o Michael Jackson. Fue el año en el que salió el álbum 'Kaya', de Bob Marley & The Wailers, y un gran momento, con sonidos son muy cálidos, muy ricos y muy alentadores.
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- ¿Es una visión algo nostálgica?
- No creo que sea nostálgica. Creo que tiene más que ver con una investigación, de mirar hacia atrás para encontrar las cualidades que tenemos y que nos ayudan como humanos a seguir adelante. Es algo edificante. Por ejemplo, en los años 70, las letras eran muy alentadoras. La música disco tenía que ver con la cultura queer y con seguir adelante y encontrar el camino en tiempos difíciles. Creo que eso es algo que todos necesitamos hoy y muy del momento. Se trata de volver al pasado en busca de herramientas que necesitamos hoy.
- Llama la atención el cortometraje que acompaña al 'Dragon', un videoclip. ¿De quién fue la idea?
- Fue idea mía porque me encantan las películas de Kung Fu. Para mí, una parte de 1978 tiene que ver con películas de Kung Fu de Hong Kong y las conocidas como cintas 'blaxploitation', subgénero de cine negro. Eso formó parte de toda la cultura de esos años. Y las bandas sonoras de esas películas son muy funky, muy soul. Además han sido una gran influencia en el hip hop para bandas como Wu-Tang Clan, por ejemplo, así que quise hacerles referencia a crear un cortometraje para acompañar al álbum.
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Origen panameño e irlandés
- La referencia a Wu-Tang Clan a la primera que le viene a la cabeza a muchos.
- Sí, me encanta Wu-Tang y es que mi generación es la del rap. En el caso de Wu-Tang, para mí '36 Chambers' sigue siendo uno de los mejores álbumes de rap de todos los tiempos, además de una gran influencia. Pero, además, he estado entrenando en un templo Shaolin desde hace un año como se ve en el vídeo, así que también quería expresar esa faceta mía. Estuve en clases en un templo Shaolin en Temple City (California) dirigido por el maestro Shi Yan Xu.
«Había muchos temas de música disco con letras alentadoras en situaciones difíciles»
- Da la sensación de que se lo pasó bien grabando el cortometraje.
- Fue muy divertido (risas).
- Siempre le hemos vinculado al rap por su estética.
- Me encanta el rap y el hip hop por su mensaje, la entrega, el flow, las letras. Todo lo que tiene que ver con eso, me encanta.
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- ¿Cómo compone?
- Depende. Últimamente, hago muchos ritmos con programas como Ableton, jugando con sintetizadores, ritmos e ideas. Pero también trabajo con un montón de grandes compositores como Talia Billig (Taaliy) y Kaveh Rastegar, con quien he escrito temas como 'Tokyo Daydream'.
- ¿Suele ir mucho al estudio o escribe en casa?
- A veces escribo solo y a veces con otras personas. En el caso de este álbum quería que fuera lo más libre posible. Hay temas que empezaron con una instrumental de rap, y más tarde cogieron cuerpo y se convirtieron en canción. Ese interés por las bases tiene que ver con que me encantan las producciones de artistas como Madlib y J Dilla.
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«Mi madre tenía una gran colección de discos y me dio una educación musical completa»
- ¿Cuánto tiempo duró la grabación del disco?
- La grabación duró tres días. Todo fue en cinta. Así que grabamos en directo en una sola toma y con algunas 'overdubs' (grabaciones superpuestas) a la cinta. Fue todo registrado como se hacía en los 70.
- ¿Suele estar muy encima de los procesos?
- Sí y no. Creo que como productor tengo una idea clara de lo que quiero y paso mucho tiempo pensando en el sonido, pero una vez me encuentro en el estudio, me dejo llevar. De hecho, nunca ensayo con mi banda, por ejemplo, porque quiero que todo suene muy fresco.
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- Su nombre delata orígenes latinos.
- Sí, mi padre es de Panamá, pero no crecí con él.
- ¿Cuál fue su historia familiar?
- De mi padre solo lo tengo el nombre y la sangre, por eso no hablo español. Tocaba los timbales y el saxofón y jazz fusión de los años 70 y 80. Y mi madre es americana de ascendencia irlandesa y escritora.
- ¿Había mucha música en casa?
- Sí, crecí con mi madre y ella tenía un montón de colecciones de discos realmente geniales. Un montón de funk y de soul. Grupos como The Ohio players, Herbie Hancock y la banda The Headhunters. También mucha música clásica. Mucha música folk. Jimi Hendrix y Peter, Paul and Mary, Bob Dylan y todo ese tipo de cosas... ella era muy jipi, y me dio una educación musical completa.
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«De mi padre solo tengo el nombre y la sangre. Estuvo ausente, no crecí con él»
- ¿Qué puede decir de la banda que le acompaña en Vitoria?
- Es un grupo joven y una bana con mucha energía. Yves Fernandez es uno de los mejores bajistas de Reino Unido; Dom Gerva forma parte de esa nueva generación brillante de de Brooklyn y de bateristas que salen de la ciudad de Nueva. Dorsey (saxo alto) es mi último descubrimiento, tiene 21 años y llevo trabajando con ella desde los 17. Es una saxofonista de Baltimore que es la favorita de artistas como Terrace Martin y de Kamasi Washington nada menos. También cuento con el conocido teclista japonés BIGYUKI.
- ¿Qué escucha José James?
- Escucho de todo e intento estar al día de las novedades musicales. Ahora mismo hay mucho rap y R&B interesantes. Hay mucho jazz interesante para la nueva generación. También sigo escuchando la música electrónica de mi época londinense, de la escena beat de Los Ángeles. No quiero limitarme a un solo género, intento escuchar de todo.
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