«Las mujeres pueden tener una vejez más libre»

La puesta en marcha del curso de la escuela de feminismo Laia llevará a mediodía a Villanueva de Valdegovía a la doctora en antropología social Mónica Ramos. Reflexionará acerca de la mujer y el envejecimiento, porque «vivimos una realidad que no tiene la misma mirada para hombres y mujeres ni llegamos en las mismas condiciones a la vejez». Ríos es autora de una tesis doctoral premiada por su perspectiva de género que compartirá en el encuentro.

-¿Cuales son las principales diferencias del envejecimiento femenino?

-Cuando las mujeres nos hacemos mayores, hemos tenido entradas y salidas del mercado laboral, hemos tenido menor cotización, hemos atendido a nuestro entorno familiar, hemos desempeñado roles característicos que determinan con qué recursos económicos y personales llegamos a la vejez. No nos damos cuenta que hay mujeres heterosexuales que se han casado y están viudas que llegan a la vejez con muy pocos recursos, acostumbradas a que para ellas, la familia es lo más importante y por eso, no se ponen ellas en primera fila. Eso hay que visibilizarlo, tenemos que tener esa mirada para corregir esas desigualdades porque además, la vejez en sí misma también tiene una visión negativa.

-¿Cómo cambiar esa mirada?

-Podemos poner en positivo la capacidad de las mujeres para generar vínculos y que las Administraciones potencien a las asociaciones y redes comunitarias de manera que esas mujeres no estén esperando que la familia vaya a visitarlas, sino que puedan salir y ocupar el espacio público.

-No siempre es fácil tomar esas decisiones

-Por eso, una de las ideas en las que insistiremos es el empoderamiento, que piensen por ellas mismas qué cosas igual no han podido hacer y les gustarían, que puedan envejecer como quieran, porque no hay una sola manera de hacerlo.

-¿Diría que ha habido avances?

-El sistema judicial ha mejorado en ese sentido, pero luego está la realidad, la educación, las expectativas que se generan en torno a nosotras para que seamos guapas, buenas madres... eso no ocurre con los varones. Tampoco se trata de ir contra las mujeres que han asumido esos roles, pero sí podemos transmitir que cuando son mayores, pueden apoyarse en otras generaciones para vivir una vejez más libre.

-En el ámbito rural, como ocurre en la mayor parte del territorio alavés, ese empoderamiento, ¿es más difícil?

-En el entorno rural hay menos recursos, quizás por la dispersión, pero los espacios que se pueden dedicar son diversos, dirigidos a toda la comunidad y eso es una ventaja. Además, las relaciones en el ámbito rural son más fáciles.

-El peso del feminismo ha aumentado en los últimos años, pero quizás para algunas generaciones, es un concepto que puede tener connotaciones negativas.

-Conceptos como el feminismo o el empoderamiento se han denostado desde el propio sistema porque cuestiona su raíz. Creo que hay que ponerlos en valor y trasladar que feminismo es que hombres y mujeres tengamos los mismos derechos y oportunidades. El feminismo no está contra los hombres, sino contra un sistema que discrimina a las mujeres por el hecho de serlo.