Muere una interna del geriátrico de Samaniego, donde la mitad del centro permanece aislado

El coronavirus se cobró ayer una nueva víctima en las residencias de Álava. Una mujer inscrita al centro que el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) gestiona en el municipio de Samaniego falleció en el hospital. Esto provoca que -a la espera del recuento oficial- ya se superen los treinta internos muertos.

Se trata del primer caso que se registró hace algo más de una semana en el geriátrico riojanoalavés. A continuación empezó un goteo constante de nuevos contagios que han provocado que entre casos positivos y sospechosos por presentar alguno de los síntomas del Covid-19 (fiebre, tos seca y dificultad para respirar) esté prácticamente la mitad del centro aislado para evitar que la enfermedad original de Wuhan siga propagándose.

Eso sin contar las trabajadoras afectadas por el patógeno. En las últimas horas, se ha comunicado a varias auxiliares de enfermería que los análisis que les habían realizado confirmaban su enfermedad.

La situación de la provincia resulta mucho más alarmante si se compara con la situación que se está viviendo en el resto del País Vasco. Mientras que en Álava se superan los treinta casos, en Gipuzkoa hay tres -ayer se sumaron dos en complejos de Irún y Arrasate- y en Bizkaia, dos. Unos datos que en el último de los territorios nadie descarta que vayan a aumentar en las próximas horas cuando se vuelvan a actualizar por parte de la Administración.

En el caso alavés, al menos 25 de los muertos estaban inscritos a centros de titularidad privada -once en Sanitas San Martín-. En la red pública, los casos hasta ahora se habían concentrado en los centros vitorianos de Ajuria y Zadorra, además de San Roque en Llodio.