Una mudanza que durará al menos medio año más

Txema Pérez, director gerente de la OSI Araba, reconoce la complejidad de la mudanza a la nueva infraestructura, la mayor ejecutada en el tiempo que tanto Txagorritxu como Santiago llevan en funcionamiento. Y por ello se felicita por el traslado «dulce» de un servicio tan delicado como las unidades de cuidados intensivos en plena sexta ola. «Se hizo en 48 horas, con 30 pacientes y sin problemas», resume. Con la llegada de las 'megaurgencias', prevista para la noche del 1 de febrero, aún quedarán varios movimientos por delante con destino al nuevo edificio, como el área de obstetricia con sus correspondientes paritorios o el bloque quirúrgico, que no se ejecutará «de golpe, sino poco a poco».

La mudanza total al moderno complejo de servicios generales, en el que Osakidetza ha invertido 104 millones de euros y que acogerá asimismo el servicio de lencería o de esterilización, carece de fecha para su finalización pero Pérez apunta a un plazo mínimo de «medio año». La evolución del coronavirus, eso sí, no alterará los plazos ya que, como asume el propio responsable de la OSI Araba, «no sabemos si vendrán más olas o cuántas serán y no podemos esperar». De hecho, plantea, el nuevo edificio ha dado la «oportunidad» de mejorar la atención con unas instalaciones con tecnología punta en plena pandemia.