El fortín de la ruta Jasoren Baso es uno de los hitos del recorrido. A. L.

Legutio diseña tres sendas sobre los escenarios de la Guerra Civil

Los 'Itinerarios de la Memoria' recorren las trincheras de Albertia, el fortín de Jasoren Baso y el escenario de la batalla de Txabolapea

Viernes, 7 de abril 2023, 00:17

El Ayuntamiento de Legutio acaba de diseñar los 'Itinerarios de la memoria', que ha cofinanciado el instituto Gogora para difundir los acontecimientos que tuvieron lugar ... cerca del pueblo durante la Guerra Civil. «Perduran en la memoria de las personas que los vivieron, pero resultan, a menudo, desconocidos para las nuevas generaciones», señala el Ayuntamiento, que ha invertido 30.000 euros en la señalización de los recorridos a los que también se puede acceder desde la web gpx.studio. La inversión forma parte del «compromiso con la recuperación de la memoria histórica».

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Los tres recorridos diseñados son fácilmente accesibles, dado que ninguno supera los diez kilómetros y el desnivel máximo que afrontan es de 240 metros. Precisamente el más largo es el llamado Albertia, un sendero circular que sale del antiguo cementerio de Legutio y encumbra esta cima, que junto a las de Jarindo y Maroto forma el 'Triángulo rojo'. Fue uno de los principales objetivos del bando sublevado en el frente de la localidad alavesa. «Los bombardeos sobre estas cimas fueron tan intensos que, según se recoge en los testimonios de la época, estos montes desaparecieron bajo el humo de los numerosos impactos que recibieron el 31 de marzo de 1937, cuando comenzó la ofensiva general contra Bizkaia», indica el tríptico en el que se explica el trazado de los 9,6 kilómetros de esta ruta. Durante el paseo, se pueden ver también las numerosas trincheras desde las que se organizó la defensa del monte.

El itinerario Joseren Baso es más corto, de 3,2kilómetros y solo 40 metros de desnivel. Arranca junto al aparcamiento del pantano de Albina para acercarse al fortín que da nombre a la ruta, «una de las estructuras defensivas que el bando republicano mandó construir en el frente de Álava». El conjunto está integrado por «un nido de ametralladora con dos abrigos activos laterales, que esconden una curiosa rúbrica de un miliciano de Zeberio. Se alzó para el control de la vieja carretera entre Legutio y Otxandio, actualmente oculta bajo las aguas del embalse de Urrunaga, construido en 1957».

Txabolapea

Los cuatro kilómetros de la senda Txabolapea arrancan junto a la iglesia de San Blas para llegar al pinar que da nombre al paseo y que fue un «enclave estratégico durante la batalla de Villareal que se saldó con una terrible cantidad de bajas». Además de recorrer el campo de batalla, plagado de los agujeros que dejaron las bombas sobre el terreno, y de las trincheras construidas para defender el monte, este itinerario muestra los lugares en los que en 2013 y 2017 respectivamente fueron exhumados los restos de dos combatientes. Los recorridos rememoran también las experiencias de las mujeres durante la guerra.

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