Un ladrón sale de comisaría, roba en una peluquería de Vitoria y le detienen por olvidarse una chancla dentro

En su precipitada huida, el asaltante se dejó una chancla en el interior de este pequeño comercio. A medio kilómetro de allí, una patrulla de la Guardia urbana detectó a un joven de 21 años que andaba de manera errática. Y lo más importante, iba descalzo de un pie y en el otro llevaba una pieza de calzado idéntica a la hallada en la tienda.

Según ha sabido este periódico de fuentes policiales, minutos antes cogió un adoquín de un bar cercano, que usan para fijar las sombrillas, y lo lanzó contra el cristal. Se coló por el pequeño hueco. Sin embargo no contó con la alarma del local, que se encendió al detectarle.

«Se puso nervioso y salió a la carrera», sospechan en la comisaría de Aguirrelanda. El caso es que se olvidó una chancla dentro. Se trata del mismo calzado con el que había estado la tarde anterior en estas instalaciones en calidad de detenido «por el hurto de una bicicleta eléctrica valorada en unos mil euros» en la calle Eulogio Serdán. Por ese ilícito -cometido minutos antes en Portal de Elorriaga- le arrestaron a las 20.28 horas del lunes.

«Al salir en libertad con cargos, un compañero del turno de noche se fijó en él y le llamaron la atención sus chanclas», explican medios policiales. Este mismo agente fue el que le vio por la calle en el barrio de San Martín.

Este joven fue detenido por «un delito de robo con fuerza en grado de tentativa» y en las próximas horas será puesto a disposición del juzgado de guardia. Esta mañana de martes, integrantes de la Unidad de Investigación de la Policía Local han tomado muestras y fotografías en el comercio asaltado. Estas evidencias también serán enviadas a la autoridad judicial.

Mañana miércoles, cuando el propietario de la tienda asaltada denuncie, este joven desarraigado pasará a disposición judicial.

Por su parte, el propietario del local ha compartido su frustración con EL CORREO por este ataque. «Parece que no le ha dado tiempo a robar nada, pero sí me ha destrozado un carro con productos de peluquería que es bastante bonito», ha explicado. «Debe ser bastante finito porque mira el hueco», ha agregado a preguntas de este periódico.

«Los del pequeño comercio no lo estamos pasando bien. Estos sustos nos hacen dudar aún más de ser autónomos y aguantar como especie en extinción», ha cerrado este minorista vitoriano.