Iker Ortiz de Zárate comparte su trabajo ante las cámaras

Pero el intérprete que protagoniza esta sesión de Arabako Zinema Meeting Point –impulsada por los productores de Álava con la colaboración de Fundación Vital y el Departamento de Promoción económica de la Diputación– quiere compartir el papel de 'El actor ante la cámara'. «Lo planteo más como un diálogo entre los asistentes, en el que se puedan aportar distintas experiencias», indica, consciente de que no sólo puede abordarse este asunto desde diversas miradas actorales, sino también desde la óptica de los diferentes profesionales.

De hecho, Ortiz de Zárate recuerda que con la máquina de rodar «es la sensibilidad del cámara o la del director de fotografía la que viene hacia ti». Por contra, «desaparece ese componente de llegar tú a las butacas que tienes en el escenario. Tu mundo es penetrado por esa cámara en lugar de tener tú esa fuerza expansiva». Claro que la interpretación continuada ante el público y la actuación fragmentada por tomas parecen mundos distintos para el profano. No obstante, el artista detalla que «técnicamente no hay diferencia, aunque en el teatro es como un avión que ya ha despegado y te lleva. Aquí tienes que crear con tu magia ese comienzo aunque lo hayas hecho tres veces antes y mantener esa burbuja. Es más delicado en ese sentido». Plantea también que «si la hay en el resto del equipo puede dar lugar a mucho arte. Si es algo más comercial y rápido, tiras de oficio».

Quienes están en pleno camino artístico son actrices que comenzaron en Ortzai, como Susana Abaitua o Patricia López Arnaiz, en plena cresta de la ola. «Siento una emoción enorme cuando hablan de mí y de Ortzai. Me emociona verlas en la senda y la gratitud es mía por la suerte de una vida de arte, de compromiso y de belleza.Y compartirla con personas como ellas, en lo artístico y lo personal».

En este contexto, el actor y formador de intérpretes mira al entorno alavés y ve en el audiovisual «una recuperación y consolidación de algo que ya sucedió en los primeros años 90». Pero advierte que «entonces se dejó perder. Algunos se fueron».