Autobús con cajero de Kutxabank en Gopegi, en Zigoitia. Jesús Andrade

El Gobierno vasco quiere instalar once cajeros en zonas rurales alavesas contra la brecha financiera

Licita la colocación de estos dispositivos en pueblos de más de 300 vecinos que tengan que desplazarse más de 8 kilómetros para sacar dinero

Miércoles, 8 de octubre 2025, 00:17

Más de 24.000 vascos que residen en barrios o en zonas rurales, principalmente, se ven obligados a viajar varios kilómetros para acceder a un ... cajero automático. A este fenómeno se le denomina exclusión financiera. El Gobierno vasco, que quiere apostar por el relevo generacional en el sector primario para garantizar la soberanía alimentaria, pretende ir dotando a los municipios de servicios esenciales que eviten precisamente eso, el abandono de los pueblos. Por eso ha sacado a licitación por 1,15 millones la instalación de cajeros sin entidad financiera en 38 municipios vascos, de los que 11 están en Álava.

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  • Los municipios Arratzua-Ubarrundia (1.047 vecinos), Barrundia (879), Elburgo (642), Iruraiz-Gauna (553), Kuartango (408), Lantarón (926), Peñacerrada (302), Samaniego (290), Zambrana (442), Zigoitia (1.844) y Añana (142).

Y es que 7.500 alaveses siguen sin cajero en su pueblo y dependen de una oficina móvil semanal, según datos de inicios de este año. Allí se han acostumbrado a obtener efectivo para varios días y a pagar con tarjeta cuando pueden. En esta ocasión, si llega a buen puerto la licitación, los cajeros se instalarán en pueblos de más de 300 vecinos (con alguna excepción) que tengan que viajar más de ocho kilómetros al cajero más cercano o en localidades de gran afluencia turística. Los de mayor población son Zigoitia (1.844), Arratzua-Ubarrundia (1.047), Lantarón (926) y Barrundia (879). Le siguen Iruraiz-Gauna (553), Zambrana (442) y Kuartango (408). Samaniego (290) y Añana (142) entran en la lista facilitada ayer.   

31 de los cajeros deberán estar disponibles en los nuevos emplazamientos en el plazo de dos años y el resto, en 2029. Serán identificados con un logotipo del Gobierno vasco. La entidad bancaria adjudicataria deberá pagar la obra civil, la conexión a redes eléctricas y de datos, así como el mantenimiento del servicio hasta que empiece el año 2030. La empresa que gane el concurso también tendrá que asegurar un servicio de 24 horas siempre que la ubicación lo permita y arreglar el dispositivo en un máximo de 15 días en caso de avería.

Además de ser accesibles, los cajeros deberán permitir la disposición y el ingreso de efectivo, el pago de recibos y tributos, tener lector de libretas, permitir realizar transferencias y recargar móviles e integrar tecnologías de seguridad y contactless.

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El plan pretende «evitar la vulnerabilidad en el acceso a los servicios bancarios»

Según los pliegos de contratación, «se constata una progresiva reducción de la presencia de oficinas bancarias y puntos de acceso al efectivo en las zonas rurales de Euskadi, debido a las pérdidas económicas que supone el mantenimiento de dichos servicios en zonas con una exigua utilización de los mismos. Esto significa un problema para determinados segmentos de población, no familiarizados con la banca digital, en especial a las personas de edad avanzada». La idea, por ello, es «evitar la vulnerabilidad en el acceso a los servicios bancarios en el medio rural y la brecha financiera», facilitando el acceso a servicios bancarios esenciales.

El Gobierno vasco pretende que tras la instalación de estos cajeros 22.500 personas queden cubiertas por servicios financieros básicos, el 96% de la población del medio rural y el 93% de los municipios vascos. Estarán, eso sí, fuera de la medida aquellos de menos de 300 vecinos, donde la inversión no resulta viable, recalcó la consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca, Amaia Barredo. La iniciativa se enmarca dentro del proyecto 'Berosi', de Servicios Básicos para el Desarrollo Rural.

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