«La gente nos trae modelos de carretera de los 70, 80 y 90 que ya no veíamos»
Cada vez más alaveses rescatan sus viejos ciclos para desplazarse, aunque no siempre pueden repararse
Judith Romero
Miércoles, 3 de noviembre 2021, 00:16
El confinamiento de la primavera de 2020 sirvió para que numerosos alaveses desenterraran antiguos modelos de carretera de sus desvanes. «Cada vez nos traen más ... modelos de carretera de los años 70, 80 y 90 que ya no veíamos por aquí», revelan en Tándem Gasteiz. Sus costes de reparación ya se han incrementado y la previsión es que puedan hacerlo más, una situación que se repite en los demás talleres. Tras ellos se encuentran motivos como la escasez de piezas o la subida del coste de la luz.
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Aun así, a menudo reparar una bicicleta sigue siendo más económico que adquirir una nueva de buena calidad. El precio de la reparación y las puestas a punto pueden oscilar en gran medida en función del modelo y el estado del aparato. También es posible que incluso ya no sea posible arreglar aquella bicicleta del abuelo porque no se fabrican más recambios. «El coste de un arreglo suele oscilar entre los 20 y los 100 euros y los clientes prefieren dar una segunda vida a un modelo al que le tienen cariño», subrayan.
Los talleres advierten de que los costes de reparación crecerán. «Las piezas cuestan un 20 o 30% más»
«A veces los clientes vienen con una bicicleta de hace 30 años y dudan sobre si merece la pena repararla. Aconsejo hacerlo porque, si la reparación no es muy costosa, el resultado suele ser una bicicleta de alta calidad y resultar más interesante que comprar una bicicleta mediocre nueva por 150 euros», explica Joseba Gereta, del servicio de reparación a domicilio Servi-bicis.
Las piezas nuevas ya cuestan entre un 20 y un 30% más que antes de la pandemia y su precio podría seguir aumentando. «Hemos tenido que subir los precios debido a lo que está ocurriendo con estas materias primas. También intentamos hacer más reparaciones con piezas reutilizadas», indican desde el taller de Tándem.
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Lo mismo ocurre en El Corte Inglés, donde partes de algunos modelos menos demandados se reaprovechan para arreglar otras bicicletas. «Aprovechamos todo lo posible para dar el mejor servicio. Álava es muy bicicletera y con nuevas formas de desplazamiento como las bicicletas y los patinetes eléctricos y el auge de las dos ruedas cada vez tenemos más frentes de trabajo», asegura su responsable, Jorge López de Letona.
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