Etxebarria choca con la Síndica y dice que «no podemos entrar a las bravas» en pisos del Casco Viejo

La regidora discrepa así de la versión que compartió la defensora vecinal, Leire Zugazua, en el Pleno municipal del pasado jueves, durante la presentación de su Memoria de 2023. «Respeto todas las opiniones, pero hay asuntos en los que no estoy de acuerdo», subrayó Etxebarria, quien trató de poner en valor las «actuaciones» que se están realizando en el Casco Viejo. La alcaldesa citó las convocatorias de ayudas a la rehabilitación de viviendas, la redacción del nuevo PERI de la 'almendra', que está en proceso, y varias actuaciones de iniciativa pública, como la reforma del palacio Maturana-Verástegui o la plaza Martin Ttipia, entre otros.

Pero más allá de proyectos específicos o subvenciones para dar cobertura a la iniciativa vecinal, el Casco Viejo tiene pendiente de renovar su plan urbanístico desde hace 17 años (fue aprobado en 2007). Se trata de una especie del Plan General específico para el distrito histórico, que entre otros aspectos marca las posibles actuaciones para reformar los diferentes edificios y establece los usos. Es decir, se trata de un documento clave para ordenar el Casco Medieval y revertir su notable deterioro.

Sin embargo, a pesar de que el nuevo documento verá la luz en el plazo de un año, su aprobación definitiva y ejecución tendrá unos plazos mucho más amplios. Es más, existen numerosas intervenciones contempladas en el PERI que está vigente desde 2007 y que no se han llevado a cabo. Esto implica que más allá de la redacción del documento, requiere una importante inversión e iniciativa para ejecutarlo.

Ante la compleja situación que arrastra el Casco Viejo por sus dificultades para rehabilitar los edificios, ya sea por la protección de los inmuebles o por el reducido número de vecinos, la 'almendra' sufre una especie de bloqueo desde hace años. Las voces de alarma han sido múltiples en las últimas décadas desde las asociaciones vecinales, comerciales, arquitectos y la propia Síndica, que aseguró que vivir en el Casco Viejo constituye una «heroicidad». En este panorama, algunos expertos han puesto sobre la mesa a posibilidad retomar una agencia de rehabilitación específica para el barrio, como la antigua Arich.

Pero a tenor de la versión que expresó ayer Etxebarria, esta opción no parece encontrarse ahora sobre la mesa del equipo de gobierno (PSE-PNV). De hecho, la alcaldesa culpó al PP y EH Bildu de la desaparición de la antigua Agencia para la Revitalización del Casco Histórico (Arich) en 2012, hace ya más de una década. «Fue debido a un acuerdo del PP y EH Bildu que se llevó a cabo la disolución de la Arich. Fue una pena que lo acordasen en las negociaciones para la ubicación de la estación de autobuses», concluyó la regidora.