«Espero que no se ponga muy de moda convocar paros y después negociar»

- ¿Cómo de duras fueron las negociaciones?

- Después de que les propusiera que un profesional ajeno midiera los tiempos de trabajo, quedaban tres flecos. El sábado alcanzamos un acuerdo verbal total y me quedé tranquilo. Pero el domingo recibí la noticia de que ELA se descolgaba, después de haber alcanzado un acuerdo con prácticamente todo el comité. La asamblea ya era una incógnita. Hasta la tortilla que hago los domingos se me empezó a agriar. Pasé un fin de semana de infarto y muy sorprendente.

- ¿Cree que ha habido una directriz sindical más allá de la plantilla?

- Lo que puedo decir es que tenía un acuerdo verbal y uno de los principales sindicatos (ELA) se descolgó. Ellos tendrán que explicar por qué.

- ¿Qué desbloqueó el conflicto?

- Diría la propuesta de mediación. Había un momento de bloqueo en el cómputo de horas y buscamos a alguien neutral. Creo que no lo esperaban. Si tenemos razón y el promedio no llega a ocho horas, las cosas seguirán como hasta ahora. Si el arbitraje decide que son más, las computaremos. Ahí se aclaró el panorama. Ahora hay que materializar todos los acuerdos.

- ¿Cree que comentarios como que tienen el mejor convenio ha podido tensar aún más?

- Los sindicatos defienden los intereses de los trabajadores de su colectivo. Pero en los debates entre la Administración, ¿quién defiende el interés general y los impuestos de los ciudadanos? Lo más cómodo para un político sería decir: '¿qué queréis, un 20% de subida? Claro que sí, ¡si no es mi dinero!' Es fácil ser generoso con el dinero de todos. Los políticos tenemos que defender los derechos de la ciudadanía, que no tienen por qué coincidir con los de los trabajadores de Tuvisa. Para eso a veces tienes que decir la verdad. Ya sé que a veces sienta mal. Pero tienen un muy buen convenio. Es inapelable. Todos queremos mejorar un poco, pero no estratosféricamente. Es importante que la gente sepa que no somos negreros explotando a los trabajadores públicos.

«No es el fichaje»

- Se encontró con la huelga nada más llegar al cargo.

- Fue algo llamativo. Pensaba que tenía experiencia en negociaciones con sindicatos, pero nunca había conocido a un comité de empresa como comité de huelga ya constituido. Espero que no se ponga muy de moda convocar la huelga y después negociar.

- ¿Por qué cree que el comité dice que el asunto del fichaje se ha cerrado en falso?

- El problema nunca ha sido el fichaje, sino la acumulación de días libres. En San Martín, los funcionarios fichan a la entrada y salida, pero sólo sirve para demostrar que han cumplido el horario mínimo. El problema es que generes días de libranza cuando superas la jornada. Así pueden tener hasta doce días más de vacaciones. No es lógico.

- Aunque la votación de seguir con la huelga no llegó al 70%, tuvo más de la mitad de los votos. ¿Teme que el conflicto se reproduzca?

- El acuerdo tiene mejoras que ellos mismos reconocen. No han logrado todo, pero los acuerdos son así. Ahora entramos en una fase de implementación de los acuerdos y la negociación del convenio. Me gustaría que lo primero fuera lo del intermediario (la auditoría de horas) y encargarle el trabajo. Quiero pensar que en cuestión de un mes lo tengamos encauzado e incorporemos los cambios en las líneas. A partir de ahí empezarían las negociaciones del convenio. En el acuerdo nos damos tres meses.

- ¿Cómo prevé la negociación?

- No conozco negociaciones que no sean un poco duras. Nunca han sido sencillas en Tuvisa.

- ¿Es usuario de Tuvisa?

- De las líneas 3 y 9. Soy usuario y lo pago.

- ¿A qué achaca tantas movilizaciones simultáneas?

- Reivindicaciones en el ámbito público siempre hay, pero las concentraciones en el tiempo tienen que ver con un clima preelectoral. Piensan que será más fácil lograr sus objetivos, o hay un interés sindical de influir en la situación política.

- ¿Por cuál se decanta más?

- A medias. Pueden pensar que es el momento de plantear su reivindicación, y al mismo tiempo, en el mismo conflicto puede haber otra parte del colectivo que le dé igual si va a haber acuerdo, pero que políticamente le interese revolver.

- La auditoría del BEI cifró la inversión en más de 57 millones. ¿Es proporcionada?

- Sí. A veces sólo pensamos en los autobuses, que habrán costado unos 12 millones. La verdadera inversión son las paradas. La mejora es evidente en el confort. Son 48 estaciones, además de la obra. Creo que es una buena inversión. Ha permitido a Tuvisa dar un salto de calidad evidente y los conductores están encantados. Si además tenemos en cuenta que la mayor parte la pagan otras instituciones... A nivel de usuarios, el resto de las líneas ha perdido un millón de viajeros y el BEI ha ganado millón y medio.