Un espacio que al fin cobra vida tras el fallido BAI Center

El Ayuntamiento no reparó en gastos, hasta el punto de que la 'factura' de los pocos pasos que dio el plan, que nunca llegó a ejecutarse, alcanzó los 15 millones de euros entre diseños, planes, contratos, excavaciones... Sin embargo, aquella cuenta sólo suponía el 10% del presupuesto total del proyecto, cifrado en 157 millones de euros, sin contar el IVA.

El BAI Center, impulsado por el socialista Patxi Lazcoz entre 2010 y 2011 con el apoyo del PNV, ocupaba el terreno de la actual estación de autobuses y la parcela en la que se construirá el edificio central de EDA Drinks & Wine Campus. Sin embargo, el relevo en la Alcaldía de 2011 se tradujo en el derrumbe del proyecto, diseñado por Bayón. El entonces regidor Javier Maroto y EH Bildu renunciaron al BAI Center, que se quedó para siempre en un cajón.

El campus del vino arranca también con una vocación de alcanzar cotas internacionales en una parcela que llegó a parecer 'maldita', aunque las instituciones confían en que la tutela del Basque Culinary Center, cuya marca se ha fortalecido en Gipuzkoa, sirva de impulso y salve las diferencias políticas casi inherentes a la capital alavesa.

El proyecto precisa una inversión mucho más ajustada y cuenta hoy con el compromiso expreso del Gobierno vasco y la Diputación, que dan por blindada su inversión (la institución foral incluso sin presupuesto acordado), y el Ayuntamiento, que ha ofrecido la parcela con cierta rapidez para tratar de que EDA llegue a tiempo para el curso 2026-27.