«Es tan dramático no triunfar con lo bueno como el éxito con algo que no te gusta»

El blues, la americana, el rock clásico y el soul, incluso un buen funk, están en el ADN de Alberto Anaut. Pero también forman parte de los genes de Julián Maeso, Andrés Costa y Juan Zelada. Así que lo han aliñado con una buena cantidad de disfrute y una pizca de aire latino para construir un disco como Combo Paradiso. Y ahora, el sábado, ese 'Loco vaivén' llega a Hell Dorado (21.00 horas).

– Vuelve con nuevos compañeros.

– Si, voy con el 'Cuarteto Maravillas', ja, ja. Me siento muy honrado de volver a Hell Dorado y también de que, al ir con un nuevo proyecto, sea en mi sala favorita.

– ¿Cómo se sumó a este proyecto?

– Me llamó Julián Maeso, que estaba muy parado en Toledo: no había absolutamente nada, como en Madrid.Se le ocurrió empezar a planificar algo a medio plazo, tocar juntos música original. Yo había tocado bolos con él –de hecho, ahora lo hago con su trío– pero nunca como una banda, por así decirlo. Surgió como grupo de versiones, al juntarnos tres con un poco de nombre, para buscar más proyección. La cosa funcionó, porque ese verano con todo parado fuimos sorteando dificultades. Por ejemplo, en el Teatro Principal de Orense hicimos el único bolo en la provincia, porque dependía de la Diputación y no del Ayuntamiento y no lo pudieron chapar. De locos.

– ¿Así todo el rato?

– Bueno, cada concierto sabía a gloria y el público estaba encantado, después de toda la que había caído y algunos hasta habían perdido a familiares. Fue muy buena la gente con nosotros, cuando hablábamos tras los conciertos era un subidón. Nos lo agradecían.

– ¿Tras esta sequía, se mantiene esa sed o la escena se ha estabilizado en un perfil bajo?

– Sigue parecida. No sé si la gente tiene miedo o hay una especie de histeria colectiva.

– Esperemos que no se haya pasado al reguetón toda esa gente...

– No, ni de coña. Ahora que han tenido tiempo para sentarse ante el equipo hifi y escuchar lo de verdad, al no poder bailar con otra gente, se han dado cuenta de la mierda que es. No creo que un reguetón aguante un elepé seguido.

– ¿Cómo vive las modas?

– Hay valores como la música negra y el rock and roll que se mantienen y cosas que cambian a toda velocidad. Uno no puede más que hacer algo con lo que esté de acuerdo. Es tan dramático no triunfar con algo que crees que está muy bien como tener éxito con algo que no te gusta.

– ¿De qué forma llevan ustedes su bandera?

– Nosotros intentamos hacer música alegre, como Percy Sledge, o cosas divertidísimas. Empezamos en trío, sinAdrián, pero mi madre se puso muy enferma y tuve que dejarlo. Cuando falleció, decidí que lo mejor que podía hacer era seguir tocando. Y empezamos a ser un cuarteto.

– Al margen de lo que es el intercambio musical, ¿le gusta colaborar para quitarse el papel constante de 'frontman'?

– Me encanta. Así se puede estar más dentro de la música. Y, al ser cuatro, sobra presentar tanto los temas. Me gusta la faceta de guitarrista, porque cantando lo intentas, pero cuando te dedicas sólo a ello, es otra cosa.

– ¿Cuánto tiene de abierto o cerrado el repertorio?

– Ahora, más cerrado. En una gira de salas, prevés un comportamiento del público y en teatros, otro. El bolo está muy cerrado, pero dentro de las canciones hay partes abiertas. En una sala como Hell Dorado tenemos lo mejor de las dos cosas: al grano y, también, abierto y rockero.

– ¿Por qué un disco tan diverso como 'Loco vaivén'?

– En mi opinión, es lo malo y lo bueno que tiene. Una banda intenta diseñar un plan desde el principio y cumplirlo, algo que yo no he conseguido. Luego, la música tiene sus propios planes y las canciones hablan del momento: es muy difícil hacer un disco feliz si estás pasando un momento de mierda. Aunque hay gente a la que le sale. En esta banda somos cuatro que escribimos con identidad, pero no somos capaces de hacerle una canción a Malú, compositores a medida.Y se nota quién ha llevado la voz cantante en cada tema.

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