El 12% de los funcionarios de la Diputación de Álava puede trabajar desde su casa

El pasado mes de junio se celebró la cuarta convocatoria para la prestación de servicios en modalidad no presencial. A ella pudo concurrir toda la plantilla con un año de antigüedad, aunque sólo prosperarán las solicitudes que cuenten con el visto bueno de su jefe de servicio. A partir de ahí existe un baremo que da más oportunidades a gente con discapacidad, víctimas de la violencia de género, personas con familiares a su cargo o quienes viven a mayor distancia de su puesto de trabajo. Desde septiembre hasta junio podrán teletrabajar, aunque dos de los cinco días de la semana tendrán que acercarse a la Diputación, uno de los cuales está reservado para reuniones de coordinación.

Quienes vayan a trabajar en remoto, además, necesitarán tener conocimientos informáticos y telemáticos «suficientes» para el ejercicio de sus funciones. También deberá acreditar condiciones de iluminación, orientación, mobiliario y equipos disponibles.

De forma puntual, el resto de la plantilla podrá acogerse a esta modalidad por fuerza mayor, enfermedad de un familiar de hasta segundo grado o «cuando por razón de un servicio fuera del centro de trabajo el desplazamiento resulte ineficiente».