La Diputación de Álava reprocha al Obispado que también vetase el Umbra Light, música antigua y teatro

De hecho, el festival de iluminación no podrá proyectar imágenes en el interior de la iglesia de San Pedro, pero sí que lo hará en febrero en la Catedral Vieja. ¿Por qué? El nuevo párroco del templo situado entre Siervas de Jesús y la Herrería no lo ha permitido, mientras que el deán de Santa María sí que lo ha hecho. Es decir, en muchas ocasiones se deja al criterio del responsable religioso de la parroquia.

«Tenemos que darles la programación y depende del espectáculo puede que se apruebe, o no», ha explicado la titular foral de Cultura, quien no ha puesto en duda que se trata de «bienes del Obispado» pero que son un patrimonio de «todos los alaveses» por su posible interés cultural «siempre respetando el culto». «Si queremos tener el patrimonio vivo tiene que contar con un uso cultural», ha insistido.

En el caso concreto de las películas, Del Val no entiende que los responsables religiosos pongan «barreras» a que se acceda a grabar porque «no cumplen con el requisito de la devoción o de lo religioso» mientras Álava hace una fuerte «apuesta» por tratar de atraer producciones con «beneficios fiscales que están al nivel de Canarias y Bizkaia». «Y es que traen actividad comercial. Para los rodajes de películas nos reclaman servicios de hotelería, hostelería, peluquería, maquillaje, atrezzo, modistas… Para nosotros es importantísimo porque favorece a la economía del territorio y cuantos más rodajes, pues mejor porque daremos a conocer nuestro patrimonio tan rico», ha considerado.

«¿Hay que respetar el uso eclesiástico? ¿Hay que respetar el culto? Por supuesto. Nadie ha dicho que no», ha reconocido la diputada, si bien el caso concreto de la escena de 'Sacamantecas' se sitúa lejos de asuntos religiosos. Ella ha detallado que en el caso de la Catedral Vieja corresponde a la Diócesis determinar el uso de la nave y a la Fundación, el pórtico o la cripta.

La diputada ha tratado de desligar el «recorte» a la mitad del presupuesto de 2025 previsto para obras en templos y rehabilitación de objetos religiosos, que lo ha relacionado más con las necesidades que tiene la institución para intervenir en el Palacio de Samaniego (Laguardia) y la Casa del Cordón.