La Diputación de Álava inicia los cambios para acabar con su «ineficaz y obsoleta» estructura interna

Una labor que ha comenzado en las áreas con más personal. «Se ha avanzado de manera importante en el trabajo de uno de los departamentos de mayor complejidad y envergadura numérica de la Diputación, no es posible trabajar en todos de manera simultánea. Se continuará de forma sucesiva por departamentos dentro de la legislatura», señala González en una respuesta remitida al Partido Popular (PP) en Juntas Generales.

Si bien no se especifica en el escrito -y los portavoces de la primera teniente de diputado general han preferido no aportar detalles al respecto-, las tres grandes carteras con más funcionarios son Hacienda, Finanzas y Presupuestos (con 265 funcionarios); Fomento del Empleo, Comercio, Turismo y Administración Foral (174) y Agricultura (153). Se da la circunstancia de que la segunda de esas tres está dirigida por la propia Cristina González, mientras que Hacienda y Agricultura dependen de los jeltzales.

La diputada socialista destaca en su respuesta que «se trata de una labor compleja y a día de hoy, los trabajos están avanzados». La publicación de la contundente auditoría generó un profundo descontento de algunos sindicatos -tacharon de «neoliberal» el informe- y el Gobierno foral subrayó que consensuará cualquier tipo de cambio a este respecto con la junta de personal (como se denomina a los comités de empresa en el sector público).

Si bien la Diputación encargó el primer análisis a la empresa Consultores de Gestión Pública, adjudicado por 150.000 euros, el proceso será pilotado a partir de ahora con medios propios de la Administración foral. Se buscaba un punto de vista externo que realizase un análisis certero, y sin ningún tipo de apriorismos, para después emprender los cambios necesarios. «Esta labor no está suponiendo un coste adicional para la Diputación, que es la que está absorbiendo ese trabajo con su actual estructura», señala la respuesta enviada esta semana al legislativo foral. «No se contempla que los cambios en la estructura de los departamentos redunden en un incremento del coste de los servicios, razón por la cual no hay una partida presupuestaria específica destinada a ello», añade.

«Es el momento de empezar a trabajar con este informe técnico como herramienta para actualizar y mejorar la estructura de la Diputación y hacerla más eficaz y eficiente para que responda mejor a las necesidades y demandas de los ciudadanos. Es un trabajo de largo desarrollo, que puede superar en muchos casos los cuatro años de una legislatura», admitió la 'número dos' del Ejecutivo foral en marzo ante las Juntas Generales.

En todo caso, se espera que sea un proceso progresivo ya que la auditoría hablaba de la necesidad de incorporar a la administración perfiles relacionados con las nuevas tecnologías, las matemáticas, la robotización, la gestión del dato, la transición ecológica y la inteligencia artificial para sustituir a los actuales puestos administrativos.

Un relevo que, eso sí, podría propiciarse aprovechando la jubilación de la generación del 'baby boom'. Y es que está previsto que el 55,2% de la plantilla se retire en la próxima década, lo que presenta una amenaza por la pérdida de experiencia y conocimiento, pero a la vez una oportunidad para incorporar nuevos perfiles adaptados a las exigencias actuales, consideran fuentes del departamento de Cristina González.

La vigente estructura foral data de 1994. En estos treinta años han existido enormes cambios en Álava, como la creación de nuevos servicios y de modernas vías para relacionarse directamente con la administración a través de los medios digitales.