La Diputación de Álava deja pasar el plazo para hacer un vial clave para el polígono de Foronda
El permiso que otorgó el Gobierno central en 2020 para actuar en la zona inundable expiró en verano
El 'macropolígono' de Foronda (VIAP) se revela como esa asignatura 'hueso' que suspenden sistemáticamente todas las instituciones implicadas. Ninguna parece haber hecho sus deberes para ... impulsar lo que desde hace una década se dibujó como un «proyecto estratégico». Al Ayuntamiento se le achaca el atasco de su Plan General; a Aena, absoluto desinterés; el Gobierno vasco se limita a diferir su inversión (2,3 millones para comprar terrenos) de un presupuesto anual a otro. Y ahora la Diputación, principal artífice de la idea y su gran valedor, admite que se ha quedado sin autorización para acometer las obras de reforma de la carretera de Estarrona, decisiva para que pueda levantarse el futuro enclave industrial.
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La institución foral obtuvo en agosto de 2020 el permiso de la Confederación Hidrográfica del EBRO (CHE) -vinculada al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico- para mejorar y ampliar el trazado de esta vía, identificada como A-3302. El proyecto incluye la construcción de un puente sobre el río Zaia y es previo a levantar el polémico dique que contendría las inundaciones y que se ha complicado también por una sentencia judicial.
La cuestión es que esa luz verde del Gobierno central para la carretera se otorgó bajo una serie de condiciones. Y la principal era ésta: «Las obras se llevarán a cabo en el plazo máximo de veinticuatro meses, plazo que coincide con el de vigencia de la autorización».
La institución foral ha pedido una prórroga de cuatro años a la CHE y espera lograr al menos dos
La CHE se reservaba incluso el derecho a inspeccionar el resultado de los trabajos. Y aunque la pandemia impuso un parón generalizado, la realidad es que no se ha ejecutado ni un solo metro sobre el terreno. El proyecto ha tenido que «incorporar modificaciones», justifican desde la Diputación. Pero los presupuestos forales para este 2022 ya incorporaba por primera una partida de 750.000 euros «en previsión» de que pudieran licitarse las obras. Un proceso administrativo que tampoco ha arrancado.
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Como resultado, el departamento de Infraestructuras Viarias y Movilidad, dirigido por el socialista Carlos Ibarlucea desde el pasado marzo (sustituyó a Blanca de la Peña) ha tenido que pedir una ampliación del permiso a la CHE. «Se han solicitado cuatro años en la confianza de que se concedan como mínimo otros dos», explican desde el ente foral, que aún no ha recibido respuesta. Para renovar el 'salvoconducto' del Estado, que expiró hace escasas semanas, se requiere «indicar los motivos por los que no se han podido realizar las obras o las actuaciones restantes» en el hipotético caso de que se hubiesen iniciado.
El diputado general, Ramiro González, celebraba en septiembre de 2020 la autorización de la CHE a la carretera; lo destacó como un avance clave hacia la construcción de un polígono que se entregaría a la industria aeronáutica; una «necesidad estratégica», remarcó.
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