La Diputación de Álava descarta paralizar la obra de la variante de Legutio

Pues resulta que el pasado verano surgieron voces críticas por parte de la Junta Administrativa, que con el apoyo de algunos grupos de la oposición han exigido la paralización del proyecto. Una posibilidad que descarta la Administración foral, por lo que las obras se licitaron a principios de diciembre y los trabajos arrancaron en los últimos días de 2023.

A la vista de que las críticas no cesaban, el diputado foral Jon Nogales ha comparecido este lunes para aclarar que el proyecto va a recoger muchas de las alegaciones del Ayuntamiento y la Junta Administrativa. Se va a mantener una salida norte con la incorporación de un variante hacia Legutio y un cambio de sentido, se mejora la intersección con el camino de Albina, se conserva el paso de ganado y no se va a eliminar la parada de autobús, a la vez que la línea Durango-Vitoria seguirá teniendo acceso al núcleo urbano. Además existe el compromiso de estudiar de cara al futuro otros aspectos como la intersección de la Avenida de Santa Engracia. La propuesta vecinal para la inclusión de rotondas en este tramo se ha descartado porque no son soluciones viables «desde el punto de vista normativo y técnico» en una carretera con el volumen de tráfico de una Nacional.

«No hay 50.000 alternativas para un proyecto de variante, sino aquellas que permite el rigor técnico de la ingeniería, la pronunciada orografía, la normativa de tráfico, el medio ambiente, la ordenación del territorio y la dimensión urbanística que cada ayuntamiento diseña», ha subrayado Nogales, que ha estado respaldado por los jefes del Servicio de Carreteras, Miguel Ángel Ortiz de Landaluce, y de reformas en la red, Pedro Pablo Madrid.

La oposición ha recibido con sorpresa que el diputado asegurase que el proyecto va a recoger las alegaciones y peticiones del Ayuntamiento y de la Junta Administrativa. «¿Esto lo saben ellos?», han preguntado varios de los grupos. «Sí», ha recalcado Nogales, quien ha asociado el actual rechazo de la junta administrativa con el relevo que en junio hubo en el Consistorio de Legutio, cuando el PNV recogió la 'makila' de este histórico feudo de la izquierda abertzale. «Hasta el mes de junio no existía absolutamente ninguna pega, más allá de una serie de alegaciones que se tuvieron en cuenta. ¿Qué ha pasado en el verano para que un proyecto aprobado en el Consejo de Gobierno con atención a las indicaciones y peticiones antes del verano se tornen en una petición de paralización? Yo me limito a describir que se produce un cambio en la gobernabilidad de Legutio y lo que hasta el momento era colaboración, diálogo, escucha activa y satisfacción por parte de la junta administrativa se convierte en una situación de absoluta beligerancia», ha lanzado.