El Obispado replica a las instituciones alavesas que es el único que decide sobre los usos culturales de las iglesias

En su justificación, la nota de prensa señala que Santa María es «un caso especial». Reconoce que las instituciones locales han aportado «alrededor de 50 millones en los últimos años», pero «no para ayudar a la Diócesis, sino para poner en valor el principal foco de atracción de visitantes a nuestra ciudad, el motor más potente del turismo alavés». Y sigue: «la misma Diputación afirmó que por un euro que se invirtiera» en la Catedral Vieja «la ciudad recibiría 5 gracias a los beneficios turísticos». La Diócesis admite ser la primera beneficiada al ver su patrimonio renovado, pero a cambio ha «sabido renunciar al culto diario, limitándose a una eucaristía el sábado, otra el domingo y alguna celebración extraordinaria».

Según el Obispado, cuando ha recibido propuestas «extralitúrgicas» en este templo, «se han ofrecido alternativas dignas dentro del patrimonio diocesano». «El Obispo puede permitir, en casos concretos, otros usos, siempre que no sean contrarios a la santidad del lugar. Eso es lo que el Obispado debe discernir. Y en ese sentido es la Diócesis la única que tiene esta capacidad de decisión. De ahí que en ocasiones anteriores se hayan grabado 'La ciudad blanca', 'La pequeña Suiza', 'Ehzak' y 'Sin instrucciones', entre otros, o en espacios de edificios religiosos como 'Vitoria, 3 de marzo' o Balenciaga».

En otros párrafos del comunicado, el Obispado asegura que colabora «con entusiasmo» a la promoción de Vitoria y «celebra» las iniciativas culturales que reporten beneficios económicos. «El rodaje de películas, los conciertos y demás actuaciones musicales en las iglesias, con determinadas condiciones, pueden favorecer el disfrute del patrimonio y la llegada de visitantes». Indica, asimismo, que «existe una comunicación cordial entre administraciones y Diócesis para convenir estos usos extralitúrgicos». Pero subraya que «por eso nuestra sorpresa es grande cuando, por los medios de comunicación, conocemos que se recorta unilateralmente el presupuesto de restauración artística, que se trata de imponer determinados rodajes en los templos o que se pide la codecisión de usos culturales en las iglesias propiedad de la Diócesis».

El comunicado finaliza con un párrafo conciliador, al menos en apariencia. «Las tensiones, también las institucionales, denotan carencias, equivocaciones, falta de comunicación y un amplio margen de mejora. La Diócesis de Vitoria se compromete a seguir dialogando con todos sus interlocutores, a facilitar más las propuestas que se hagan y a agilizar con más fluidez las resoluciones de futuro», remata.