Una diadema que alerta del dolor que sufren las personas con demencia
La residencia foral de mayores de Lakua incorpora un dispositivo que mide la actividad cerebral eléctrica de estos internos
Las personas con una demencia muy avanzada no son capaces de comunicar de manera clara cuándo sufren dolor. Eso es un enorme problema para aquellos ... que les cuidan e incluso se puede dar el caso de que ni se diagnostiquen ni se traten patologías causantes de ese daño físico. Por eso, en la residencia foral de personas mayores de Lakua –donde muchos de sus usuarios son de carácter psicogeriátrico– se ha desarrollado una experiencia de carácter piloto que ha consistido en la colocación de una especie de diadema a algunos miembros de este colectivo que ha medido su actividad cerebral eléctrica cuando se produce un estímulo doloroso.
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A través de la empresa Deusto-Seidor, a cuarenta de sus usuarios se les colocó este dispositivo durante la higiene matinal o la extracción de sangre, dos momentos ingratos para los internos. Estos datos se almacenaron y se completaron con una escala de dolor en base a su lenguaje corporal, los gestos faciales o su propio comportamiento con la gente que tiene alrededor. A partir de los datos electroencefalográficos se sabe cuándo existe daño y sirve para mejorar su tratamiento de cara al futuro.
De esta manera, se ha podido detectar el dolor con una precisión del 88% e incluso se puede determinar cuál llega a ser su intensidad. La idea es que esta experiencia se extienda de forma progresiva a otras residencias de mayores del territorio histórico y también a otros colectivos con problemas de comunicación, como son las personas con discapacidad intelectual.
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