Imagen de la carpa que ha levantado el colegio Marianistas en uno de sus patios. Blanca Castillo

Los colegios alaveses empiezan a pensar cómo ampliar sus instalaciones

Carpas en el patio, auditorios y salas reconvertidas en aulas, semanas alternas para el alumnado de la ESO... todas las opciones están sobre la mesa

Judith Romero

Miércoles, 26 de agosto 2020, 00:03

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A menos de dos semanas para el inicio del curso escolar 2020/2021 las incógnitas superan a las certezas en la organización de los centros ... escolares. Atentos a todos los posibles escenarios, los equipos directivos de las escuelas alavesas buscan opciones para maximizar su espacio y garantizar la distancia de seguridad entre alumnos frente al Covid-19.

«Hemos solicitado permiso al Ayuntamiento de Vitoria para cubrir algunas terrazas del colegio y colocar en ellas pupitres y mesas, crear un tercer acceso para acceder al centro y nos parece interesante utilizar parques cercanos o equipamientos deportivos para las clases de Educación Física», explica Aitor Pérez de San Román, director del colegio Urkide, con 1.430 alumnos. La falta de espacio es el mayor déficit de este y otros centros en la capital alavesa, y algún centro concertado de la ciudad ya ha colocado carpas en su patio ante lo que pudiera suceder. Eso sí, este tipo de solución en el exterior no convence a todos los centros educativos.

«Puede valer ahora, ¿pero y en invierno? Tenemos muy pocas salas libres en el centro. Tal vez pudiéramos emplear la biblioteca. Necesitamos más profesorado para hacer desdobles y, aunque en un principio la vuelta será presencial, no descartamos semanas alternas para el alumnado de ESO y Bachillerato», plantea Chema Rodrigo, nuevo director titular de Corazonistas.

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Centros como Urkide valoran aprovechar terrazas y hacer ejercicio en parques

EN EL EXTERIOR

Los alumnos de escuelas como Santa María o la Ikastola Landazuri comparten el patio

LIMITACIONES

La situación se complica en centros que, además de ser de tamaño reducido y encontrarse en zonas céntricas de la ciudad, comparten instalaciones con otros colegios vecinos. Es el caso de los públicos Santa María y Landazuri, que comparten instalaciones como el patio o el polideportivo. «Vemos muy complicado cumplir con los requisitos y mantener las 'aulas-burbuja' en estas condiciones», reconoce Arantza López de Luzuriaga, directora del colegio Santa María.

«Tenemos una escasez de espacio, no tenemos opciones para ampliarlo y no podemos desdoblar las clases sin más personal», señala a su vez Alejandro Saurina, al frente de los centros de Infantil y Primaria de NClic. «Salas comunes como la 'green gela' o el auditorio, con menos uso de forma habitual, podrían emplearse con otros fines. Seguramente necesitemos ampliar espacio en las horas de comedor», apunta Paula Heredia, directora del Colegio Vera-Cruz. Centros como Egibide esperan funcionar con normalidad pese a dividir el patio en parcelas para que sus alumnos no se mezclen, y en el colegio público Samaniego las taquillas cambian las aulas de Secundaria por los pasillos para ganar algunos centímetros. «Seguimos a expensas del Gobierno vasco y esforzándonos en hacer que la vuelta sea lo más segura posible», coinciden en los centros.

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