Educación lleva a la Fiscalía al colegio Geroa, cerrado con al menos 36 positivos, por no usar mascarillas

Jokin Bildarratz ha explicado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que el centro fue apercibido por primera vez a principios de curso por no trasladar los protocolos que se enviaron desde el Departamento de Educación y establecer su propio plan de contingencia; en el que se fijaba el «uso voluntario de la mascarilla». La inspección de este organismo, que se encarga de velar por el cumplimiento de la normativa educativa en los centros de Euskadi, giró entonces varias visitas a la escuela tras recibir la denuncia de varios padres, que están en desacuerdo con la relajación de las medidas de protección contra el coronavirus.

Tras una reunión con el centro, Bildarratz ha apuntado que el colegio rectificó su postura y «corrigió» la situación al ordenar que la protección buconasal fuera «obligatoria» desde el 18 de septiembre. Sin embargo, ha señalado que, posteriormente, algún profesional» presentó una denuncia que concluyó con otro apercibimiento. Al parecer, su departamento también habría recibido «varias quejas más» presentadas por familias y algunos profesores; en las que se alertaba de que «se ha podido de nuevo» incumplir la normativa sanitaria establecida para los centros educativos. En este sentido, según han señalado a EL CORREO, el asunto se habría trasladado a otros estamentos del Gobierno vasco como el Departamento de Salud y Osakidetza.

Ante esta situación, Educación contactó de nuevo con el colegio Geroa para, además de apercibirle, comunicarle que se procedía a tomar otra serie de decisiones. Entre éstas, Bildarratz ha señalado que, desde hace unos quince días, el asunto «se ha puesto en conocimiento de la Fiscalía por si hubiera caso o la situación tuviera otro tipo de derivadas», ha subrayado. El consejero ha reconocido también que la situación de este colegio alavés, que tiene abierto un expediente, «ha sido de más difícil gestión» que los episodios surgidos en otros centros de enseñanza en los que también se habrían registrado posibles incumplimientos, pero de carácter «individual».

«Lo que no puede ser es que un centro, que además es concertado y, por tanto, recibe subvenciones no esté cumpliendo, si fuera el caso, con lo que las leyes nos obligan a todos», ha recalcado Bildarratz, que ha recordado que el virus ha motivado este curso el cierre puntual de tres centros vascos: uno en Soraluze, otro en Eibar y este último en Álava, en el que la práctica totalidad de los alumnos son considerados contactos estrechos por lo que se encuentran confinados. «Vamos a ver cómo evoluciona el tema de la pandemia, desde el punto de vista de la salud, pero es verdad que nosotros, desde el punto de vista educativo, tenemos una relación con este centro. Tendrá que asegurarnos y garantizarnos que se cumple la legislación vigente y las medidas sanitarias que la ley establece, y que a todos obliga, y el derecho que todos los ciudadanos tienen para garantizar su salud», ha manifestado.

Esta noticia se ha conocido un día después del cierre temporal del centro y cuando el Departamento vasco de Salud ha notificado a las familias un avance del número de contagios detectados. Hasta el domingo se habían registrado, al menos, 36 casos de coronavirus entre alumnos y profesores del colegio, que cuenta con una única línea en las etapas de Infantil, Primaria y Secundaria y alrededor de 120 alumnos con edades comprendidas entre los 2 y los 16 años.

Tal y como explicó el lunes por la tarde Ignacio Garitano, coordinador del Programa de Vigilancia y Control de Osakidetza, los resultados preliminares de la investigación abierta para esclarecer lo sucedido en el centro apuntan a que la transmisión dentro del colegio era «bastante importante» y ésta ha afectado «prácticamente a todas las aulas». En la carta dirigida desde la consejería de Salud a las familias se explica que «los resultados apuntan a una transmisión no controlada en el centro. Ante esta situación, se ha decidido suspender la docencia en modalidad presencial hasta el 30 de noviembre (incluido)», se les informa.

En consecuencia, todos los estudiantes y trabajadores, salvo aquellos que estén en seguimiento por exposición previa o quienes hayan sufrido una infección en los tres últimos meses, se han considerado «contactos estrechos»; por lo que se les aplicará el protocolo establecido por las autoridades sanitarias. Así, tendrán que permanecer en «aislamiento domiciliario» durante diez jornadas, que se contabilizarán desde el último día que acudieron al centro. Además, se valorará «la realizacion de una prueba diagnóstica previa al fin» de esa cuarentena.

Desde el colegio, que optó el lunes por no hacer declaraciones, simplemente se indicó en ese momento a EL CORREO que «se están cumpliendo todos los protocolos e instrucciones que marcan tanto Educación como Salud; con los que el trato es muy cordial» de cara a afrontar esta situación.