«Sin agua no hay futuro», dicen los regantes de Barrón

El Gobierno central echó por tierra hace cinco meses el proyecto para la construcción del embalse de Barrón por su elevadísimo coste (160 millones de euros) y aún no se lo ha comunicado de forma oficial a la comunidad de regantes de los Valles Alaveses, la principal afectada y con quien venían colaborando hasta hace año y medio. Un clamoroso silencio administrativo que sus representantes denunciaron ayer en las Juntas Generales, donde expusieron los numerosos problemas que provocará la paralización de esta infraestructura de la que se viene hablando desde hace más de veinte años.

«Y ustedes nos preguntarán qué quieren regar, pues primero necesitaremos el agua y luego veremos lo que hacemos», contestó Javier Torre, del sindicato agroganadero UAGA, quien calculó que habrá que esperar otras dos décadas más si se confirma la paralización de Barrón y eso irá en perjuicio del necesario relevo generacional. «Estamos ante la necesidad de que se destinen los recursos necesarios para concluir en el espacio más breve posible», incidió Eduardo Urtaran, responsable de la comunidad de regantes Tumecillo.

Ellos defendieron que esta infraestructura, que tantísimas críticas recibió de sectores ecologistas, no sólo valdría para que prosperen sus frutas y verduras. «Tener capacidad para almacenar agua en pleno cambio climático es fundamental. No sólo para regadíos, sino para los caudales de ríos, la industria o el consumo humano», sostuvo Torre en comisión. «Recuerdo en las últimas elecciones que surgió el debate sobre la 'España vacía' y parecía que ustedes, los políticos, se acordaban de la zona rural con medidas para evitar el despoblamiento. Pues el regadío es una forma fundamental de asentar población y generar riqueza», alegó Eduardo Urtaran sobre esta balsa de 4,3 hectómetros cúbicos afectaría desde Barrón (Ribera Alta) hasta Atiega (Añana) anegando cultivos y parte de la carretera A-4319, pero garantizaría contar con agua en los meses más secos del año.

El formato de la comisión permitió que los representantes de los agricultores criticasen abiertamente a los grupos políticos y que los junteros no tuviesen la oportunidad de responderles, sólo podían hacerles preguntas técnicas. «El proyecto lleva un montón de años y allí, todos creemos en él. Algunos de ustedes, en cambio, sólo ven problemas y nos ponen la zancadillas, se les llena la boca hablando de cambio climático y de despoblación pero no ven que ésta puede ser una solución», lanzó Ricardo Mardones, presidente de la comunidad de regantes Tumecillo. «Decir que no es muy sencillo, lo complicado es apuntar cómo hacerlo», remató.