Cierra la empresa Horno de Tuesta y deja en la calle a 59 trabajadores, el 90% mujeres

Por encima de los 40 años en su gran mayoría, con hijos en edad escolar «y también estudiando fuera», viudas con una pensión «muy justita». Son los perfiles de los trabajadores afectados por el cierre la empresa Horno de Tuesta, que deja en la calle a 59 personas, el 90% mujeres. «Nos han presentado un ERE de extinción para todo el personal. La sociedad está ya en fase de liquidación, así que nos vemos en la calle», expresaban ayer a EL CORREO algunas de las operarias.

La dirección de la planta ubicada en Tuesta, un pequeño pueblo de Valdegovía con apenas ochenta habitantes, confirmaba también el cese de la actividad -se decretó hace ahora un mes- por la «dificultad de ampliar el volumen imprescindible para la viabilidad de la empresa». Los problemas para encontrar la financiación necesaria han sido una complicación añadida.

«Esto es un palo, sobre todo para los trabajadores ya con una edad complicada y quizá más aún para las mujeres», más de 50 del total de personas afectadas, lamenta Agustín Plaza, del sindicato UGT, que está llevando sus reclamaciones. A las instituciones «se les llena la boca cuando hablan de trabajar por reducir el desempleo femenino pero aquí también podrían haberse implicado más». La tasa de paro de las mujeres en Álava se sitúa en el 14,2% -11.359 desempleadas-, mientras que en los hombres es del 9,1% -hay 7.627 varones sin trabajo-.

Pero el cierre del Horno de Tuesta, que desde 2007 era propiedad de un industrial de la repostería de Salamanca tras haber adquirido la empresa al grupo Panrico, «también es un mazazo para esa zona de Valdegovía», una comarca de Álava que sufre el problema de la despoblación -suma una treintena de núcleos urbanos pero menos de 1.000 habitantes- y que ahora se puede agravar con la desaparición de esta compañía.

Plaza recuerda que «aquí los trabajadores ya han hecho esfuerzos considerables en los últimos tiempos, con una reducción de sus salarios de más del 10%». La plantilla también acumula dos meses de impago de sus nóminas, añade.

La producción industrial de magdalenas, palmeras o croissants era su principal línea de negocio y tenía clientes importantes como Mercadona, El Corte Inglés o Eroski. «También exportábamos mucho producto, en torno a un 50%», detallaban las trabajadoras. Estas esperan que «todo se resuelva pronto -el periodo de consultas del ERE se acaba de iniciar y hay un mes de plazo-, que nos den la documentación y los papeles del paro para buscar otro trabajo. La vida sigue, hay que pagar gastos, la casa, el colegio... Y para algunas no será fácil volver al mercado laboral».