IGOR MARTÍN

El Carnaval se prepara al aire libre, con disfraces sencillos y sorteos para desfilar

Las comparsas, limitadas a 300 personas, ensayan con incertidumbre. No saben si el virus les aguará la fiesta

JESÚS NICOLÁS

Domingo, 16 de enero 2022, 01:30

Ganas e ilusión diluidas en una solución de miedo e incertidumbre. Así de contradictorios son los sentimientos entre muchos comparseros mientras comienzan los preparativos para ... el primer desfile de Carnaval en Vitoria desde la irrupción de la pandemia. Muchos no se pueden quitar el runrún de la oreja de que se pueda suspender y otros prefieren mantenerlo como un tabú y tirar adelante con pies de plomo.

Publicidad

La covid ha obligado a los participantes a emplear altas dosis de imaginación para dar con ese tetris perfecto entre diversión y rigurosidad con las medidas sanitarias. Un equilibrio siempre difícil de mantener. Los ensayos no han empezado y muchas carrozas están poco avanzadas, pero los disfraces ya están encargados y en su mayoría repartidos.

El mayor desbarajuste será el límite de 300 personas por grupo decretado por el Ayuntamiento. Si bien algunas comparsas no sobrepasaban ese número, para otras supone un mal trago tener que seleccionar. «Nos costó muchos disgustos decirle a la gente que no podía salir», asumía Roberto Ramos, de Carpe Diem, uno de los grupos más grandes de Vitoria, acostumbrado a presentarse en los desfiles con hasta 600 personas. «Aún así, ha sido muy bonito comprobar que mucha gente ha tenido la generosidad de bajarse del carro. Eso demuestra que tenemos un ambiente sano».

Otras agrupaciones han recurrido al sorteo para no tener que establecer criterios 0como la antigüedad. En Abetxuko, por ejemplo, «hemos guardado plaza a los que salieron en el desfile de 2020 y entre las sobrantes hemos dado prioridad a la gente del barrio», aseguraba Estíbaliz Jiménez.

Publicidad

En el colegio San Viator han decidido rebajar los participantes antes de pedir la lista. «Hemos puesto el límite de inscripción en 260», señalaba Ana Rosa Gutiérrez. La mayoría asume que este año tampoco las tienen todas consigo y el covid sigue disuadiendo a muchos comparseros. «Hemos notado que se ha animado menos gente a desfilar. En nuestro caso saldremos solo unos 130», indicaba Yeray Morán, de la comparsa Errekatxiki-Santa Lucía.

Las reuniones de las comisiones vía telemática también han estado a la orden del día y algunos, incluso, para no dejar de testar el sentir de los socios, han preparado encuestas online hasta para decidir la música. Así lo han hecho en Marianistas. «Hemos dado a escoger dos canciones por cada una de las cinco temáticas: euskera, música actual, música de los 2000, teatro musical y rock», explicaba Susana Alday. «La semana que viene tendremos los resultados».

Publicidad

Disfraz «tipo poncho»

Las disfraces también han traído de cabeza a muchas comparsas que, acostumbradas a sorprender con grandes performances, se han tenido que conformar con diseños menos pretenciosos. «Apostamos por unos trajes que fueran tipo capa o poncho para reducir el número de tallas», aseguraban desde San Viator. De hecho, no pocas han decidido prescindir de las pruebas de disfraces. «No hemos podido hacerla y hemos tenido que dar las medidas de cada talla. Para el que ya la sabe de otros años no es problema, pero para el que no...», comentaba Susana Alday, de Marianistas.

«Otros años solo había un modelo por talla y hoy que muchas personas se prueben un mismo disfraz es impensable», señalaba Carmen Paneque, de Niño Jesús, que se mostraba muy ilusionada con su vestimenta de este año. «Vamos de los Héroes del Arcoiris, los 'Arcoiroes'. Queríamos hacer alusión a esos arcoiris que se pintaron en el confinamiento. Es un homenaje a todos los niños que lo han pasado mal sin poder salir al parque a jugar y que, sin embargo, nos han dado una lección de fuerza».

Publicidad

Una de las pocas dudas que es que la mascarilla volverá a ser omnipresente y que, por desgracia, también condiciona los disfraces. Así lo aprecian desde el Centro Andaluz. «Siempre solíamos llevar la cara pintada con alguna alegoría y esta vez no podremos», lamentaba Pilar. Aun así, aseguran que darán «la bienvenida a la nueva normalidad» con «mucho color y alegría» y, cómo no, con algún guiño a los vecinos del sur.

Ensayos en grupos reducidos

Otro rompecabezas están siendo los ensayos. La mayoría comenzará en febrero y muchos no tienen claro el lugar. «No podemos hacerlo todos a la vez en un espacio cerrado. En ese caso tendría que ser por turnos. Por eso, estamos barajando hacer en el patio de un colegio o en el polideportivo», dudaban en Abetxuko.

Publicidad

Donde parece que no hay tantos obstáculos es con las carrozas, aunque algunos demandan una subvención más cuantiosa. «Para comprar todos los materiales se nos queda justa», argumentaba Benito Cabello, de la comparsa Baila y Disfruta, de Lakua-Arriaga. También muchos están retrasando su construcción y temen la suspensión del desfile. Algunos estarían dispuestos a conservar todo para el año siguiente, pero no es tan sencillo. «Los disfraces se pueden guardar pero no tenemos sitio para meter la carroza», decía Paneque, de Niño Jesús.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad