El BEI, con prioridad en los semáforos, pone a prueba el tráfico de Vitoria

El BEI destaca como el gran proyecto de la legislatura y supone el paso que el Gabinete Urtaran considera clave para que la capital alavesa profundice en el modelo de movilidad sostenible que inició el tranvía hace ya trece años en la ciudad. Pero los primeros viajeros del Bus Eléctrico Inteligente -hasta ahora sólo habían subido unos pocos en una especie de 'tour' de presentación- llegarán este miércoles a la parada sin saber que serán los encargados de estrenar sus asientos ya que esperarán al urbano convencional de la línea Periférica (la L2) y se encontrarán con el nuevo autobús. En concreto, uno de los siete modelos articulados de 18 metros. No circulará durante toda la jornada, eso sí, sino que completará tres rutas durante la mañana para avanzar en la fase de pruebas. Y el viaje será gratis.

El servicio rodará inicialmente en horas llanas, cuando existe menor demanda y también menos tráfico, durante varios días y más adelante lo hará en horas punta, el gran examen, con las calles llenas de peatones, bicicletas, vehículos a motor... y prisas por llegar al destino. El BEI ya ha circulado en vacío a lo largo de noviembre y diciembre por la ciudad y, desde este miércoles, con viajeros en su largo pasillo, obtendrá más información sobre su funcionamiento para la puesta en marcha del sistema -con trece unidades- al completo. El propio concejal de Movilidad, Raimundo Ruiz de Escudero, reconocía recientemente a este periódico que ese momento (el miércoles 12) destacaría como «un día importante» en la implantación de estos autobuses 'eco' tras varios cambios de fecha en su puesta en marcha. El estreno se fijó por primera vez para el verano de 2020, pero la pandemia trastocó los planes. También las actuaciones de Amvisa o la mejora del asfaltado, sobre todo en la zona sur, y la instalación de la unidad de carga -todavía sin rematar- han alterado los plazos.

El edil reconoce que una infraestructura como el BEI necesita sus tiempos y un periodo de «adaptación» tanto de quienes irán a su volante como de los viandantes y conductores que se cruzará en su camino. De hecho, sostiene, la implantación del sistema lleva «un ritmo adecuado». Se trata de la gran apuesta del Gobierno municipal aunque haya generado dudas y quejas -desde el PP, a la cabeza de la oposición política al proyecto por su «sobrecoste», a vecinos o colectivos ecologistas- por las obras, las plazas de parking perdidas o la tala de árboles a lo largo de su trazado. Y, desde este miércoles, el Bus Eléctrico Inteligente se enfrenta a otra prueba de fuego con el objetivo de avanzar en la sostenibilidad del transporte público con sus emisiones cero, su tecnología punta o la menor duración del trayecto por su carril exclusivo.