Los mojones de Llodio siguen en su sitio desde 1751
La Real Chancillería de Valladolid ordenó colocar la piedra aquel año para zanjar las disputas con Arrankudiaga por los límites
Ni Llodio, en Álava, ni Arrankudiaga, en Bizkaia, faltaron ayer a la cita que se repite desde 1751 para vigilar que los mojones colocados aquel año por la Real Chancillería de Valladolid para zanjar las disputas que mantenían los dos pueblos por sus límites, siguen en su sitio. Alrededor del mojón que separa los limites de los dos municipios en las campas de Santa Ana, y coincidiendo con el día grande de las fiestas de Areta, el alcalde de Llodio, Ander Añibarro y la alcaldesa en funciones de Arrankudiaga, Itziar Duoandikoetxea, se fundieron en un abrazo. Porque a los dos les une algo más que compartir responsabilidades políticas, aunque el de Llodio sea del PNV y la de Arrankudiaga, de EH Bildu. Ambos comparten una enorme pasión por la música. Ella como profesora y él como cantante de ópera, que les ha unido en varios momentos de su vida.
Publicidad
Antes del abrazo, se siguió el ritual de colocar los chuzos de plata que simbolizan el poder de ambos municipios. El bastón de mando, de forma transversal sobre el mojón y los chuzos, calvados a su alrededor por varios concejales. Tras el ritual, las dos corporaciones posaron juntas y compartieron un hamaiketako en plenas fiestas de Areta.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión