Gastaka estudia ahora la licencia de obras al ambulatorio de Llodio, el proyecto estrella de Añibarro

Las posiciones entre los dos principales grupos políticos llodianos llevan tiempo enfrentadas por este asunto. EH Bildu ha criticado en varias ocasiones que la ubicación se haya elegido «sin participación ciudadana» y que se vaya a construir un edificio nuevo para «tener los mismos servicios». Omnia, que ahora también forma parte del equipo de gobierno, se sumó a las críticas en la legislatura pasada porque esta obra descarta la creación de un hospital comarcal para la zona.

El PNV defiende que es «una oportunidad que no podemos dejar escapar» y ha insistido en varias ocasiones en el «compromiso» de Osakidetza con el proyecto más allá de qué partido lidere el Ayuntamiento.

La elección de la ubicación en el barrio de Latiorro, con problemas de accesibilidad, ha sido muy criticada en Llodio. La decisión, se tomó por parte del equipo de gobierno liderado por el PNV, que presentó el proyecto en junio de 2021 junto a la consejera de Sanidad, Gotzone Sagardui, como uno de los proyectos estrella de la legislatura. No se esperaba una noticia de ese calibre pese a que es conocida la estrechez del consultorio actual, construido en 1989, que «nació pequeño» según el criterio generalizado de sus usuarios.

El proyecto en el que trabaja Osakidetza, «responde a las demandas de los profesionales, se ha consensuado con el colectivo y da respuesta a las necesidades del personal y de salud de la comarca», explicó ayer el ex alcalde, Ander Añibarro.

Su grupo es el principal defensor de esta ubicación como la única posible, a salvo de las riadas y con espacio suficiente para atender las necesidades sanitarias de la localidad. De hecho, en la propuesta de adjudicación publicada por el servicio vasco de salud, ya se señala a la unión de empresas Altuna y Uría con Ormak como la más ventajosa de las ocho que se han presentado al concurso. La construcción del ambulatorio costará 14,2 millones y tiene un plazo de ejecución de 22 meses, según la oferta que ha presentado la empresa propuesta para ejecutar la obra.

«Osakidetza ha reservado dos millones de euros este año para esta obra. Ya ha gastado 600.000 en redactar el proyecto y adecuar las conducciones de gas. En el momento en que tengan la licencia, la adjudicarán y empezarán inmediatamente porque los informes son favorables. Sería una pena que se perdieran», señaló Añibarro.

El nuevo edificio «permitirá traer nuevas especialidades que ahora no caben en el centro actual por falta de espacio, como saben los pacientes que tienen que ir a Basauri», añadió Añibarro.

El proyecto plantea un edificio de 7.000 metros cuadrados, tres veces más que el actual, con espacio para las doce consultas de medicina general y de enfermería y para las especialidades que se atienden con personal del hospital de Galdakao, cada una con su propio espacio frente a las salas compartidas que tienen en la actualidad. Una de las novedades anunciada por Sagardui en febrero en el Parlamento fue la apertura de tres consultas de fisioterapia. Entre las novedades también se incluye el servicio de hospitalización a domicilio.

En el área de mujer, habrá consulta de ginecología y de enfermería, dos salas de matrona, espacio para cardiotocografías y sala de lactancia además de un gimnasio de preparación maternal, que ahora debe compartirse con el área de rehabilitación. El laboratorio y el área de radiología también se van a ampliar con una cabina más y una sala de ecografía para poder incorporar este servicio en un futuro.

El centro incorporará la especialidad de salud mental, que ahora se encuentra en otra ubicación, en la calle Baias, con lo que las consultas de psiquiatría de adultos e infantil y psicología también se trasladarán.