Un vecino de Llodio fallece en accidente en una empresa de hornos en Galdakao

Nueva jornada de luto para los trabajadores vascos en un inicio de curso marcado por una alta siniestralidad con empleados del territorio. Un operario de 40 años y vecino de Llodio falleció este lunes en la empresa GHI Hornos Industriales S.L de Galdakao, asentada en el barrio de Aperribai y con más de 80 años de historia. Según confirmaron a EL CORREO portavoces oficiales del Ejecutivo local, el operario se encontraba en plena faena cuando una pieza se le cayó encima y le causó la muerte.

Una ambulancia medicalizada se desplazó a la planta, dedicada a la fabricación de hornos industriales, pero el médico solo pudo confirmar el fallecimiento. La Ertzaintza recibió el aviso del accidente a las 15.22 horas y Osalan, el servicio vasco de Seguridad y Salud Laboral, todavía continúa investigando los hechos. La Policía Municipal por su parte, también está trabajando y colaborando para esclarecer lo ocurrido. Fuentes locales explicaron que el equipo de gobierno se pondrá en contacto con la familia del fallecido para expresar sus condolencias.

Los sindicatos denunciaron ayer este nuevo accidente mortal en Euskadi. El año pasado, la siniestralidad laboral causó 30 víctimas en la comunidad. El fallecimiento de este trabajador sería el quinto en Euskadi, según la central LAB, mientras en el territorio alavés el número de fallecidos asciende a dos.

Este nuevo siniestro se produce en un amargo inicio de curso para los trabajadores alaveses, el peor desde 2008 en la provincia. Un albañil de 55 años que trabajaba en la construcción de un bloque de viviendas en la avenida de Olárizu, y César, un mirandés de 52 que era operario en una fábrica de Lantarón, fallecieron en las dos primeras semanas de este 2020 como consecuencia de sendos accidentes en el trabajo. El primero de manera traumática, al caer de un andamio a 3 metros de altura que «carecía de medidas de seguridad», según Osalan, mientras el segundo caso se calificó como no traumático.

El de la factoría de Lantarón fue el último siniestro mortal y se producía horas después de que un joven de Amorebieta falleciese esa misma madrugada en un choque con su coche en Igorre cuando regresaba tras cumplir el turno de noche en la planta Mercedes de Vitoria. «Es inaceptable que se reproduzcan, una y otra vez, este tipo de accidentes, que son evitables con unas básicas medidas de seguridad», denunció el sindicato, que exigió a «las administraciones que señalen a los responsables y paguen por ello». LAB animó «a todos» a sumarse a las concentraciones de rechazo que se convoquen.