Enfermos mentales de Ayala reclaman de nuevo un alojamiento en la zona

La asociación de familias y personas con enfermedad mental de Ayala, Asasam, ha reclamado de nuevo «un alojamiento de alta intensidad para nuestra comarca» con el que dar respuesta a las necesidades del colectivo, que solo cuenta con «tres plazas de atención no permanente y de baja supervisión, más siete apoyos educativos para la vida autónoma», cuando la población que podría estar afectada en la zona supera el millar de personas. La petición de contar con un alojamiento atendido de forma permanente para este colectivo tiene más de una década de antigüedad, según han explicado los responsables de la asociación, con su presidenta, María Ángeles Arbaizagoitia al frente, «pero no ha tenido respuesta por parte de las instituciones», señalaron, del mismo modo que lo hicieron hace unos días en las Juntas Generales de Álava.

La asociación trabaja desde hace 30 años para atender a este sector de población y han sido ya varias las ocasiones en las que los responsables forales han asegurado que el alojamiento que demandan está a punto de crearse. «En 2019 se utilizó esta promesa como un hecho inminente. Se anunció la implantación de un alojamiento de seis plazas con atención 24 horas en la localidad de Llodio, en palabras del diputado general, Ramiro González, en vísperas de las elecciones municipales y forales» ,han señalado.

Sin embargo, «Asasam no tiene notificación ni datos oficiales de la ejecución de este recurso. Es más, cuando tuvimos la primera reunión con el nuevo diputado de Bienestar Social, la respuesta que obtuvimos es que él y su equipo desconocían este proyecto». La falta de un lugar en la comarca de Ayala para estas personas, «provoca situaciones de desprotección y exclusión social» porque quienes necesitan esa atención, no pueden seguir residiendo en la zona y tienen que desplazarse, en la mayoría de los casos, a Vitoria.

La situación que padece el colectivo se ha visto agravada por la crisis del coronavirus, dado que ha aumentado la incertidumbre porque «no se cubren las bajas laborales» y eso a pesar de que se ha mantenido la atención telefónica y presencial durante el confinamiento incluso aunque los servicios estuvieran cerrados.

Por último, la asociación reclama desde hace tiempo un acuerdo entre Álava y Vizcaya como el que ya existe en Sanidad para que las personas con enfermedad mental de Orduña, Arakaldo, Arrankudiaga y Orozko puedan recibir atención en Llodio.