El avión original construido por Heraclio Alfaro en 1914 y la réplica realizada por el Aeroclub Vitoria e instalada en la bodega riojana. Enrique Guinea, Archivo Municipal AMVG y Jesús Sagastuy

El avión creado por Heraclio Alfaro vuelve a ser el centro de las miradas

El Aeroclub Vitoria, que ha celebrado su 70 cumpleaños, ha creado una réplica del aeroplano que ideó el aviador alavés en el 130 aniversario de su nacimiento

Sergio Carracedo

Domingo, 7 de enero 2024, 00:34

Hace 109 primaveras un joven vitoriano de sólo 20 años fue capaz de idear un avión, construirlo y volar con él, en una época en ... la que la aviación todavía estaba despegando. En junio de 1914, ese alavés llamado Heraclio Alfaro (Vitoria, 1893), inventó un monoplano que él mismo construyó y con el que tomó altura, hasta 500 metros sobre el aeródromo de Lacua, como se conocía entonces al único y primer aeropuerto de la capital alavesa, que funcionó desde 1911 hasta la Guerra Civil. El hecho produjo gran expectación como lo demuestran las fotografías que se conservan de ese histórico momento.

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El avión diseñado y construido por Heraclio Alfaro en 1924. Archivo Municipal de Vitoria

Casi 110 años después, el Aeroclub Vitoria, con Jesús Sagastuy y Peio Salgado a la cabeza, ha realizado una réplica de la aeronave de Alfaro. «Se nos ocurrió hacer una copia del avión en hierro y le propusimos al Ayuntamiento de Vitoria instalarlo en el jardín donde estaba el aeródromo de Lacua, en la actual plaza Ignacio Aldecoa, en Lakua, pero la idea no pareció convencerle y la cosa se quedó parada. Entonces se lo propusimos a una bodega riojana, que lleva por nombre el del aviador vitoriano, y la respuesta fue que estábamos tardando en hacerlo», destaca Sagastuy.

Tras cinco meses de trabajo, en otoño lo instalaron en la bodega de Alfaro, que antiguamente fue un aeródromo, y desde entonces se ha convertido en el gran atractivo del lugar. «En la bodega están encantados con la réplica», confiesa Sagastuy. Está diseñado para que la gente se pueda subir a la cabina y se hagan fotos. «Tiene un asiento tapizado como el del piloto y tanto el motor como la hélice dan vueltas. Lo hemos hecho igual, pero funciona a mano y gira como si fuera el de verdad. Le hemos puesto una protección a la hélice por si a alguno le da por meter la cabeza», detalla.

El avión original creado por Alfaro en 1914

La réplica del avión de Alfaro creada por el Aeroclub Vitoria en 2023

El avión original de 1914 y la réplica de 2023. Archivo Municipal y Jesús Sagastuy

Sagastuy no esconde que le hubiera gustado que estuviera en Vitoria. «Es una pena que esté allí», pero reconoce que se podría hacer otro para la capital alavesa porque «repetirlo ahora sería fácil». La construcción de esta réplica en la bodega Heraclio Alfaro, hermana de la gallega Terras Gauda, sirvió también para celebrar el 70 cumpleaños del Aeroclub Vitoria, fundado en 1953 por el propio Heraclio Alfaro.

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Vitoria y sus pioneros en la aviación

Heraclio Alfaro encarna el espíritu pionero de la aviación. «Con 16 años se tiró con otros tres amigos con un planeador del monte de la Tortilla», indica Sagastuy. Con 18 años se sacó la licencia de piloto en Mourmelon le Grand (Francia). El aviador francés Leoncio Garnier vino a Vitoria y fundó en 1913 la primera escuela de pilotos civiles de España.

«En esa época, los ayuntamientos les daban mucho dinero a los aviadores por hacer exhibiciones aéreas, lo que originó que la escuela de pilotos se fuera un poco al traste. A Garnier no se le ocurrió nada mejor que coger el avión que utilizaba para dar clase en Vitoria, montarlo en un barco e irse a Canarias a volar en varias islas». De esta forma se convirtió en 1913 en el primer aeroplano de motor que voló sobre el archipiélago y a ello se debe que en una rotonda de Las Palmas haya otra réplica, instalada en 2003, 101 años después de la hazaña, que corresponde al avión Blériot XI de Garnier, en cuya cola se puede leer: 'Garnier Escuela Pilotos Vitoria'. «Hizo exhibiciones en muchas capitales de provincia y hasta en Argentina, dejando la escuela un poco abandonada, y como tenía más aviones, Heraclio es quien se ocupa durante año y medio», informa Jesús Sagastuy.

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Las claves

  • Primeros pasos Con 16 años creó junto a Ciria y Martínez de Aragón un planeador y voló con él en el monte de la Tortilla

  • Reconocimientos Vitoria le rindió un homenaje y tras volar en Madrid le condecoraron con la Orden de Alfonso XII

  • Accidente En septiembre, vuela a Salamanca, sufre un percance, sale ileso, pero destroza el aparato

«El avión inventado por Heraclio voló en Vitoria en junio de 1914. Tras el hito recibió un homenaje popular por parte de Vitoria, con un gran banquete. Después lo desmontó, lo metió en un tren y lo presentó en Madrid, en Cuatro Vientos, donde voló en tres ocasiones. El presidente del Gobierno, Eduardo Dato, elegido por el distrito de Vitoria, acudió a saludarle y hablar con él al aeródromo, como lo demuestran las fotos que hay de ese momento. Le llegan a ofrecer comprarle el avión para el ejército, pero el vitoriano no accedió. No tenía mucho espíritu comercial», bromea Sagastuy.

Profesor en EE UU

En agosto voló de Lacua a San Sebastián, aunque regresó sin llegar a destino por razones climatológicas y, en septiembre, sufrió un percance entre Salamanca y Valladolid del que salió ileso, aunque destrozó el aparato. Sólo su hélice se conserva en el museo de Cuatro Vientos.

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La hélice del monoplano creado por Heraclio Alfaro se conserva en el museo de Cuatro Vientos, en Madrid. J. Sagastuy

Lejos de tirar la toalla, «hizo otro biplano más en Vitoria, otros dos en Barcelona y en Estados Unidos un monoplano, dos motores, un autogiro para La Cierva, un montón de cosas. Estudió y dio clases en el Instituto de Massachusetts. Le llegaron a condecorar con la Orden de Alfonso XII», añade.

Heraclio estuvo en la escuela de Vitoria, luego en Getafe, Barcelona y en EE UU durante casi 20 años. «Tras la II Guerra Mundial tenía parkinson y su hermano Félix va a Estados Unidos y le trae de manera definitiva a Vitoria. En agosto de 1953 le dedicaron un gran festival aéreo en Vitoria y es entonces cuando se decide fundar el Aeroclub, aunque se empieza a volar en el 54. Podemos presumir de que somos la escuela más antigua de España», concluye Sagastuy.

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Ahora, 130 años después de su nacimiento, en la Bodega Heraclio Alfaro, una réplica de su primer avión y una placa con su retrato recuerdan su figura y su espíritu pionero de la aviación.

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