Los autobuses forales de Álava funcionarán al 100% desde el lunes

Las líneas interurbanas de autobús de la Diputación de Álava recuperarán el 100% de sus servicios a partir del próximo lunes 22 de junio, con el inicio de la 'nueva normalidad', ha anunciado este jueves el responsable foral de Infraestructuras Viarias y Movilidad, Javier Hurtado. Todas las líneas forales agrupadas en las concesiones de Álava Central, Ayala y Rioja Alavesa, así como las líneas que unen Vitoria con Durango y Miranda de Ebro, operarán con una oferta completa de sus servicios. La única excepción serán las rutas de largo recorrido Bilbao-Pamplona y Bilbao-Logroño que tienen origen y destino fuera de Álava y cuentan aún con una escasa demanda equivalente el 10% de la habitual.

Los nuevos horarios válidos a partir del próximo lunes serán publicados mañana viernes en el portal web de Alavabus. El aumento de la oferta obedece a la necesidad de responder a «una demanda con una clara tendencia ascendente», ha señalado el titular foral, quien espera que esta nueva ampliación de la oferta de transporte «conlleve un crecimiento del número de viajeros». La cifra de pasajeros se ha triplicado en el último mes y supera las 1.500 personas al día, ha apuntado el diputado. Impulsar la movilidad sostenible es un «eje prioritario» y la apuesta del Departamento por el transporte público es «firme e inequívoca, y la decisión de recuperar la oferta al 100% de los servicios es prueba de ello», ha remarcado el diputado del PSE.

Además, se va a adelantar una semana el horario de verano (que comenzaría el 1 de julio) en aquellas líneas forales que operan con dos temporadas y cuadros horarios diferentes, de forma que este arrancará el 22 de junio para hacer públicos los servicios vigentes hasta el septiembre y evitar introducir cambios sólo unos días después.

Asimismo, el transporte foral mantendrá durante los próximos meses distintas medidas de seguridad para proteger la salud de los usuarios así como de trabajadores de las empresas concesionarias. Entre ellas figuran el uso obligatorio de la mascarilla, el abono preferente del billete con tarjeta BAT, el bloqueo de la primera fila de asientos, el acceso por la puerta trasera del vehículo y el refuerzo de la limpieza, desinfección y ventilación. Estas medidas de seguridad van a estar también presentes en el transporte comarcal adaptándolas a las características de los vehículos que prestan este servicio.

El diputado foral ha destacado que el transporte comarcal, que une los pequeños núcleos rurales con las cabeceras de comarca, continuará como hasta ahora operando con una oferta del 100%. Hurtado ha valorado este servicio público que durante estos meses ha seguido a disposición de los alaveses que necesitan desplazarse para comprar alimentos o medicinas. Desde el primer momento se apostó por mantener la oferta al completo por su función «esencial» y el perfil de los usuarios, personas mayores o sin carnet de conducir, entre otros.

La respuesta ha superado las previsiones de la Diputación ya que han sido cerca de 4.200 alaveses los que han hecho uso de este servicio en marzo, abril, mayo y la primera quincena de junio, ha valorado el responsable foral, que ha agradecido el compromiso de los taxistas del transporte comarcal «trabajando en los momentos más duros de la pandemia garantizando el acceso de las personas residentes en pequeños pueblos a los servicios básicos».

Hurtado ha querido transmitir un mensaje de confianza en el transporte público y, más específicamente, en el transporte foral, «un medio seguro que incorpora medidas para proteger la salud de todos y, además, su concurso es imprescindible para garantizar la movilidad con criterios de eficiencia, cohesión social y territorial, y sostenibilidad ambiental».

Si bien ha reconocido que pese al crecimiento paulatino de viajeros «vamos a tardar todavía un tiempo en recuperar las cifras pre crisis», está convencido de que las instituciones públicas deben contribuir a acelerar el proceso poniendo a disposición de la ciudadanía «una oferta de calidad e introduciendo mejoras en el servicio». «No podemos sobrecargar nuestro espacio público de más automóviles porque ello significaría más contaminación y menos salud; no podemos admitir una involución que lleve al vehículo privado a ocupar el espacio público que habíamos conquistado en nuestras ciudades», ha concluido.